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¿Qué es el efecto Twitter?


twitter1Recientemente se estrenó en la cartelera norteamericana la última genialidad del iconoclasta cómico británico Sacha Baron Cohen, en la que como ya es costumbre se mete con todo el mundo. El primer día fue un éxito de recaudación, pero el segundo cayó hasta casi un 40% en las taquillas. ¿Qué había pasado? “Brüno”, que es como se titula la película, había sido víctima de lo que ya se conoce como “efecto Twitter”.

Twitter es un microblog que se ha ganado a pulso el apelativo de red social, ya que las sinergias que crea entre sus usuarios equivalen a un Facebook o Hi5. Al abrir una cuenta (que es gratis), el internauta dispone de un blog con una limitación de 160 caracteres por entrada, entradas que a diferencia de las que estamos acostumbrados en un blog, no tienen título ni cuerpo, sino una única área de texto.

Si bien hace unos años, Twitter parecía un simple “divertimento” para los más geeks, actualmente las empresas ya confían en él, y su potencial ha atraído a todo tipo de inversores, que han empezado a verter su dinero. Se ha convertido, en definitiva, en un servicio emblemático de la nueva Web 2.0 con un presente en el que muchos no le ven la forma de ganar dinero, pero que al mismo tiempo presienten que en el futuro será muy rentable.

El caso es que muchos usuarios, muchos internautas, empiezan a buscar información y opiniones de otros internautas sobre servicios y productos dentro de Twitter, entre las demás cuentas. Para ellos, priman más las opiniones de otros usuarios como ellos mismos, que no la de expertos que escriben, por ejemplo, en los periódicos locales o que salen en programas de televisión. Esto ha afectado de lleno a la industria cinematográfica, que ve como se “twitea” desde las mismas salas de cine durante la proyección del estreno, o justo después de salir de la sala. Los smartphones son los nuevos aliados de estos “twiteros”, ya que las tarifas de acceso a Internet desde el móvil empiezan a ser realmente asequibles, y no es difícil hacer algunos comentarios desde estos dispositivos dentro de una sala de cine.

Brüno ha sufrido este efecto: los twiteros norteamericanos empezaron a hacer comentarios apenas pasado el estreno, en los que criticaron ácidamente las escenas de desnudez y sexo que contiene el metraje. Recordemos que en los Estados Unidos en particular y en el mundo anglosajón en general, no siempre funcionan bien las bromas groseras, de humor “de brocha gorda” que en otros sitios sí da resultado. De los 14,4 millones de dólares recaudados en el primer día de proyección, Brüno pasó a los 8,8 en el segundo, un descenso importante. Los analistas coinciden en afirmar que este fue debido al efecto Twitter.

Las productoras y los actores ya han empezado a jugar con este fenómeno; los últimos twitean desde los mismos sets de rodaje, contando anécdotas y novedades sobre la película en la que están trabajando, generando con esto interés sobre ella. Las productoras, a su vez, abren cuentas de Twitter oficiales para sus películas, aprovechando así las sinergias con sus followers y fidelizándolos para que cuando se presente la película, vayan a verla.

Por lo que os he contado, puede quedaros la impresión que el efecto Twitter ataca negativamente a las películas, siendo esto extensible a muchos otros campos, pero es simplemente un nuevo fenómeno al que los afectados deberán acostumbrarse y aprender a gestionar para conseguir convertirlo en un factor que juegue a su favor y no en contra.



Por Guillem Alsina, el 27/07/2009.

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