Los nuevos Lumia todavía no llegan a cubrir el hueco dejado por los terminales Symbian
Pese a que la venta de smartphones de marca Nokia equipados con Windows Phone ha aumentado, su volumen no cubre todavía el hueco de mercado dejado por los terminales con Symbian, proporcionando menor cuota de mercado a la compañía finlandesa y un drástico descenso en sus ingresos.
Según los números presentados por la multinacional finlandesa para este primer trimestre de 2013, las ventas de terminales han bajado, aunque la participación del volumen de smartphones Lumia en estas ventas haya aumentado. Esto es debido a la retirada de Symbian del mercado, una plataforma que muchos usuarios están cambiando por Android o el iPhone de Apple si evolucionan hacia un smartphone.
El principal handicap con el que se encuentran tanto Nokia como Microsoft es la imagen que ambas tienen entre el público. En el ámbito de los terminales, Nokia ha criado una fama de estar tecnológicamente atrasada respecto a los iPhone y terminales Android, una fama paradójicamente infundada, puesto que los actuales Lumia ofrecen prestaciones hardware y software a la misma altura e incluso más en casos de componentes como la cámara, por ejemplo.
Microsoft ha criado entre los consumidores la misma imagen de compañía anticuada, que no innova y que realiza prácticas fraudulentas en los mercados, algo que no entraré a valorar pero que sí me atrevo a afirmar que es exagerado y es la misma lacra que han sufrido y sufren otros líderes del mercado, como Google. La compañía de Mountain View, antaño apreciada por la vox populi ahora es criticada con casi el mismo ahínco con el que se criticaba entonces a su principal rival.
Aquellos que son o han sido líderes de mercado, independientemente que una vez en la cima hayan obrado con fair play hacia sus rivales o no, siempre sufren un desgaste de su imagen ante la opinión pública. Es lo mismo que les pasa a los grandes equipos deportivos que dominan sin paliativos durante una época determinada una disciplina concreta, y contra los cuales muchos aficionados de otros equipos quieren que pierda solamente para ver “morder el polvo” a los poderosos, al igual que todos queremos que al final de la película se lleve la chica el protagonista pobre, y no el ricachón que lo tiene todo.
En mi opinión, y tras haber podido ‘jugar’ un poco con varios terminales dotados de Windows Phone (tanto Nokia como de HTC), estoy convencido que el de Microsoft es un buen sistema operativo, fácil, intuitivo y tremendamente eficaz, que unido a una calidad en el hardware como siempre ha ofrecido Nokia, terminan haciendo un producto más que recomendable para casi cualquier usuario.
Y conste que lo digo mientras estoy utilizando un Motorola Atrix, un terminal del que lo que más me gusta es el ecosistema de gádgets que tiene.
Por Guillem Alsina, el 03/05/2013.