Sistemas

Diferencias entre un smart TV y un set-top box


Afrontar la compra de un nuevo televisor es siempre una tarea que debe revisarse minuciosamente, pues es un aparato que vamos a utilizar a diario o prácticamente. Entre las funcionalidades que disponen los televisores modernos encontramos la de Smart TV o televisor inteligente, una funcionalidad que se puede añadir a los que carecen de ella mediante un set-top box, una “caja conectada”.

¿Qué opción es mejor? ¿Podemos optar por adquirir un televisor que no sea smart TV y añadirle un set-top box?

Actualmente, especialmente a partir de las 30 pulgadas, es difícil encontrar un televisor que carezca de funcionalidad smart TV, por lo que nuestro dilema se reducirá muchas veces a si hay que comprar televisor y también un set-top box.

Esto es especialmente cierto cuando hablamos de las grandes marcas de la electrónica de consumo, como Samsung o LG, mientras que en firmas secundarias o más pequeñas, todavía podemos encontrar televisores (incluso de 40 o más pulgadas) que carecen de funcionalidad inteligente.

Dicha funcionalidad, antes de pasar a más y para aclarar conceptos, consiste en la adición de un microprocesador de propósito general al televisor y todo el hardware necesario para ejecutar un sistema operativo y aplicaciones.

Las plataformas software utilizadas por los fabricantes de televisores para sus smart TV son diversas, aunque algunas se han estandarizado.

Así, LG ha licenciado la plataforma webOS, mientras que Samsung utiliza Tizen, y diversos fabricantes entre los que se cuentan Sony, Philips o Sharp echan mano de Android TV de Google, algunos incluso apostando por sus propias plataformas en varios modelos.

Muchas de estas plataformas propias siguen estándares abiertos, de forma que pueden correr aplicaciones escritas para otras plataformas de fabricantes competidoras, una decisión que queda de la mano de la compañía fabricante.

En materia de set-top boxes también podemos encontrar varias plataformas distintas.

Desde el Apple TV (con una variante de iOS), pasando por Android TV, Android puro (el llamado Stock Android), o Roku, hay quien también conecta simplemente una computadora a su televisor e instala un software para poder disfrutar de películas y otros contenidos en casa.

La elección de plataforma será un tema importante, ya que puede darnos acceso a disponer de unas u otras aplicaciones.

Por ejemplo, si bien Netflix es una app que se encuentra disponible para prácticamente todas las plataformas software existentes a día de hoy, puede no pasar lo mismo con la app de nuestro canal de TV favorito.

La disponibilidad de aplicaciones y servicios para los televisores que utilicen una plataforma propia en la parte smart, depende de acuerdos entre el fabricante del televisor y el productor de la app y los contenidos.

Lo mismo pasa cuando adquirimos un set-top box, ya que algunas plataformas (como Roku) se encuentran limitadas en cuanto a aplicaciones.

Por lo tanto, antes de decantarnos por un modelo de televisor u otro, deberíamos examinar si su apartado smart dispone de las apps y los contenidos que queremos disfrutar en él.

Además, también tenemos que pensar en el futuro: ¿es suficientemente potente esta plataforma, de manera que pueda seguir recibiendo tanto actualizaciones como nuevas apps de nuevos servicios que vayan surgiendo?

Estas cuestiones se extienden a los set-top boxes. Plataformas como Android TV o Apple TV disfrutarán, normalmente, de mayor longevidad y más apoyos, lo que redunda habitualmente en mayor diversidad de apps disponibles.

No obstante, mi elección particular es que, independientemente de que el televisor disponga de funcionalidad smart, tengamos también un set-top box externo, este con un stock Android.

¿Y por qué Android puro? Pues simple: es un sistema operativo muy popular, con millares de aplicaciones que son las mismas que podemos tener en nuestro teléfono y, por lo tanto, podremos tener lo mismo que tenemos en nuestro smartphone.

Todas las grandes compañías de medios lanzan aplicación de su servicio para Android pensando tanto en smartphones como en tablets, aplicaciones que también podremos instalar (por regla general y con muy pocas excepciones) en nuestro set-top box con Android puro.

La diversidad de aplicaciones existentes no nos encerrará en el universo particular de un fabricante de smart TVs, además de abrirnos nuevas posibilidades en el televisor; Android cuenta con apps de productividad que no encontraremos en muchos smart TVs, como procesadores de textos, hojas de cálculo, u otros, por lo que podemos llegar a ser productivos incluso con nuestro televisor.

La decisión acabará siendo de cada uno de vosotros, y añadir un set-top box al precio del televisor puede ser un lastre económico, pero no hay que comprarlo todo a la vez, puedes hacerlo escalonadamente.

Hay que tener en cuenta que una ventaja de este sistema es que podremos cambiar de televisor conservando nuestro set-top box con todas sus apps y configuraciones sin tener que cambiar de televisor, y por otro lado también podremos cambiar de set-top box sin tener que cambiar todo el televisor para mejorar el rendimiento de esta parte del conjunto en concreto.

Así, si tenemos un set-top box que soporte contenidos 4K y HDR, pero el televisor no, no será problemático, y en la próxima iteración en la que cambiemos el televisor, ya tendremos el set-top box preparado para aprovechar las novedades que le aporta el nuevo televisor. Y exactamente igual a la inversa.

Fotolia – Seika



Por Guillem Alsina, el 27/01/2019.

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