Como convertir un televisor "normal" a smart TV
Llegan los televisores inteligentes. Cual bárbaros en la frontera del Imperio Romano, su invasión es inminente e imparable. Sus ventajas son innegables, así como algunos inconvenientes, pero en el caso de querer disfrutar de sus ventajas vamos a tener que rascarnos el bolsillo y desembolsar lo que cuesta un aparato nuevo… ¿o tal vez no? Hay un camino intermedio, que nos permite disfrutar de las ventajas de un televisor inteligente por una parte de su precio, y se basa en separar esta ‘inteligencia’ del resto del cuerpo.
Este artículo se basa en mi experiencia personal. Hace unos dos años, me encontré en la tesitura de renovar el televisor de mi hogar, ya que el que teníamos (todavía de tubo) se había estropeado. En casa no somos muy exigentes con la calidad de vídeo y audio ni con el tamaño de este aparato, que básicamente utilizamos para ver los noticiarios, películas y documentales, así que nos decantamos por una ‘tele’ sencilla, viendo además en el tema precio un handicap para llegar a una de las entonces escasamente disponibles smart TV.
Ha sido al cabo de estos dos años cuando he querido dar el paso hacia una caja que dejara de ser “tonta” para permitirme básicamente disponer de un navegador web, y ver vídeos y photos.
Partiendo de la premisa de no cambiar el televisor, empecé a explorar una serie de set-top boxes disponibles y, finalmente, me decanté por una caja con Android. ¿Qué ventajas me aporta?
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amplia disponibilidad de software. Puedo instalar prácticamente todas las apps que hay en Google Play, incluyendo las que ya tengo en mi smartphone;
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precio. La adquirí a través de Amazon, en cuyas páginas podemos encontrar una serie de cajas de precio contenido, realizadas por fabricantes generalmente asiáticos;
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flexibilidad en cuanto al software instalado. Finalmente, no solamente puedo hacer las funciones requeridas, si no más, cómo por ejemplo editar documentos, acceder a mis redes sociales a través de las apps específicas, o jugar cómo si fuera una videoconsola;
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no depender de un sólo proveedor para los contenidos multimedia (audio/vídeo). Puedo acceder a los films de Google Play, pero nada me impide comprar también películas a otros proveedores que disponen de app para Android. Y porque Netflix todavía no ha desembarcado en España, porque si no…
Cuando compré el dispositivo que estoy utilizando actualmente, las configuraciones de hardware eran más limitadas que ahora, así que tengo un procesador mononúcleo con 512 MB. de RAM, 4 GB. de almacenamiento interno y un solo puerto USB ocupado por el dispositivo que permite la conexión de un teclado y ratón inalámbricos.
Pero, actualmente, existe mayor diversidad y potencia de configuraciones, por lo que os recomiendo el siguiente hardware: procesador de cuatro núcleos, 2 GB. de RAM, Bluetooth incorporado (a juego con un teclado+ratón que podéis comprar también en Amazon o en otra parte), y por lo menos dos puertos USB.
Una buena idea es contar con una webcam para, junto a Skype y Hangouts, convertir el salón de nuestra casa en una sala de videoconferencia doméstica.
Por Guillem Alsina, el 29/04/2014.