La “tasa Google” a estudio en la UE
La Comisaria Europea para la Agenda Digital (anteriormente, Comisariado para la Sociedad de la Información y Medios) Neelie Kroes, ha revelado esta semana que la Unión Europea está considerando la aplicación de la llamada “tasa Google” en referencia a la multinacional del buscador, grabando económicamente a las empresas de más éxito en Internet.
Esta propuesta partió a principios de año de César Alierta, presidente ejecutivo de Telefónica, quien en el Mobile World Congress de este año la dio a conocer al gran público. Inmediatamente se ganó tantas críticas entre usuarios y asociaciones de internautas, como alabanzas dentro de la industria. Por ejemplo, Vittorio Colao (CEO de Vodafone) coincidió plenamente con su colega español, pese a que las dos compañías que dirigen son acérrimas enemigas, lo que demuestra que cuando hay dinero de por medio, las grandes multinacionales dejan de lado sus rivalidades para aliarse.
Alierta argumentó durante el Mobile World Congress de este año que grandes compañías como Google están ganando dinero a espuertas con los servicios online, mientras las operadoras acarrean con todos los gastos de infraestructura, lo que implica poner los cables, los proxies, y todos los servidores de enrutado. Pese a referirse a cualquier tipo de conexión a Internet, donde hace especialmente daño tanto a Alierta como a los demás responsables de operadoras, es en las conexiones en movilidad.
Ya sea a través de un teléfono móvil o de un módem 3G de los que empiezan a abundar, cada vez hay un mayor número de usuarios que se conecta a Internet desde cualquier rincón del planeta. Las infraestructuras que deben soportar las conexiones en movilidad son caras, tecnológicamente son rápidamente superadas, lo que nos deja un tiempo de amortización muy corto, y los usuarios cada día exigen más y mejor cobertura y mayor velocidad. Es, por lo tanto, lógico pensar que el incremento del número de usuarios de Internet móvil con tarifas económicas no sale del todo a cuenta a las operadoras.
Es por ello que la “imaginativa” solución que están buscando es cobrar por un lado a los usuarios y, por el otro, a los servicios online que según ellos se lucran gracias al servicio que prestan, sin darles nada a cambio.
Parecen olvidar que, pese a que realmente es difícil la amortización de las infraestructuras, ya son los usuarios quienes con sus facturas pagan buena parte de esta inversión, por lo que en vez de buscar cobrar dos veces por un solo servicio, sería hora de que estos señores se cuestionarán sueldos astronómicos de directivos, y patrocinios en coches de Fórmula 1 o deportistas de élite, además de ofrecer un servicio técnico decente.
Por Guillem Alsina, el 12/05/2010.