Smartphones, ¿solamente una moda?
Los "teléfonos inteligentes" o smartphones, se están volviendo una gran moda. Por supuesto que por sus costos no están al alcance de todos los usuarios que quisieran tener uno. Pero también es real que se está volviendo una opción que cada vez se tiene más en cuenta en el momento de optar por un celular nuevo.
Generalmente se los relaciona más con el uso profesional por algunas de sus aplicaciones, como la agenda electrónica, Internet, correo electrónico y por supuesto, telefonía, entre las herramientas más destacadas. Algunos de sus fabricantes lo comparan con la oficina, es decir que teniendo un smartphone es como tener la oficina en el bolsillo, con la capacidad de llevarla de un lado al otro. Aunque también tienen funcionalidades típicas que proporcionan un rato de distracción: cámara de fotos, reproductor de música y de videros, etc., etc.
Como muchos ya lo dicen, es como una “computadora de bolsillo”. E incluso se está empezando a barajar si será el reemplazante de la PC como “la herramienta informática del siglo”.
La cuestión es que muchos ya están haciendo algunos cálculos a partir de la mayor cantidad de teléfonos móviles que ya están en manos de los usuarios, pero más específicamente por la expansión de los teléfonos inteligentes que está habiendo.
En primer lugar, porque la cantidad de celulares triplica a la cantidad de computadoras que se están utilizando en la actualidad (según cálculos de Gartner y Strategy Analystics, hay unos 3 mil millones de móviles dando vueltas por el mundo); con una perspectiva a que en este año, el total de celulares vendidos sería de unos mil millones aproximadamente. Y el dato en el que quiero hacer hincapié es que un 10% de estos tres mil millones sería de smartphones. Y con miras a que se duplique para el año próximo.
¿Por qué este aumento tan expansivo de los teléfonos inteligentes? Y bueno, en el momento de optar por uno o por otro, por supuesto que es más tentador el hecho de tener un smartphone, con todas sus aplicaciones.
Y si bien son más caros, lo cierto es que la variedad de modelos que está apareciendo hace que la competencia entre ellos lleve a abaratar los costos. Además de que al haber continuamente nuevas versiones (por esto mismo de la competencia entre fabricantes), los primeros ya queden a precios más accesibles para ciertos sectores de la sociedad que antes les era mucho más difícil adquirirlos. Aunque por supuesto hay segmentos sociales que aún ven muy alejada la posibilidad de comprarlos. Y muchos que ni siquiera saben realmente de qué le están hablando cuando se refieren a un smartphones.
Igualmente, también hay que considerar que un gran sector no ven la utilidad de comprarlos porque consideran que no necesitan tantas aplicaciones en un teléfono móvil. Y por eso a la hora de elegir optan por un celular que si bien cuenta con una amplia gama de funcionalidades, no llegan a equiparar a los smartphones.
Por lo que vemos, si bien todavía falta mucho para que realmente la adopción de un teléfono inteligente sea masivo, especialmente en algunos países en donde las diferencias de precios son más fuertes, lentamente los smartphones están comenzando a ganar terreno, como en algún momento fue sucediendo con la masividad de los celulares con aplicaciones mínimas. Quizás dentro de algún tiempo, cuando siga aumentando la competencia entre sus fabricantes, se irá reduciendo las distancias con los potenciales usuarios, los que también irán tomando conciencia de las mejoras que ofrecen estos dispositivos. Y que no son sólo chiches para estar a la moda sino verdaderas herramientas tanto para el trabajo como para la distracción.
Por Analía Lanzillotta, el 08/11/2007.