Modos de Apagado: Hibernar, Suspender, Reiniciar
Además de apagar una computadora, tenemos a nuestra disposición otras posibilidades que esta nos permite para cumplir diversos objetivos.
Reiniciar la computadora consiste en un estado en el cual se devuelve el software, o el hardware y el software a su estado inicial.
Es prácticamente como un apagado y encendido realizado todo en la misma operación. Si hablamos de un reinicio (reset en inglés) por software, que es lo que se llama también soft reset, hablamos de un reinicio en el cual solamente se devuelve el apartado software a su estado inicial.
Si, en cambio, se reinicia tanto el hardware como el software, estaríamos hablando de un hard reset.
Cualquiera de las dos modalidades se utiliza para varias finalidades, como resolver problemas o instalar actualizaciones.
Al toparnos con un problema, ¿cuántas veces no habremos recurrido al reinicio para ver si se resuelve “de forma mágica”? (¿y cuántas veces no se nos ha resuelto así?). Muchas aplicaciones de Windows requieren un reinicio del sistema para poder arrancar drivers y servicios especiales, que arrancan cuando arranca el mismo Windows y que, por ello, necesitan que el sistema base vuelva a comenzar desde cero.
La suspensión de una computadora consiste en pasar a un modo de muy bajo consumo, en el cual la máquina mantiene una serie muy limitada de funcionalidades básicas, y que permite devolverla a la actividad en el mismo punto en el cual la dejamos.
Es lo que pasa, por ejemplo, cuando cerramos la tapa de una computadora portátil.
Con el tiempo y la evolución de la tecnología, se han ido añadiendo funcionalidades al modo de reposo en suspensión, como la Wi-Fi de bajo consumo, que permite cosas como descargar el correo electrónico para tenerlo actualizado una vez devolvemos el portátil a su situación de trabajo.
Cabe destacar que, pese a estar suspendido, se produce un consumo de energía en la computadora, aunque dicho consumo sea mínimo.
Por último, tenemos el estado de hibernación, que permite guardar el estado de la máquina en disco y cerrarla sin que esta consuma energía.
Es un estado idóneo para, por ejemplo, afrontar un largo viaje y, a la llegada, empezar a trabajar justo donde lo dejamos.
Así, se guarda el estado de la CPU y la memoria en una serie de datos almacenados en disco, que son recuperados y volcados a sus respectivos orígenes para restaurar el estado en el que se encontraba la máquina al hibernarla (operación que, precisamente, se denomina “restaurar”).
Cabe recalcar que la hibernación y posterior restauración no consume energía durante el tiempo en el que la computadora se encuentra hibernada.
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Por Guillem Alsina, el 30/01/2019.