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El streaming acabará sustituyendo las descargas P2P para el visionado de contenidos audiovisuales


Spotifyscreenshot

Spotify, Yes.fm y otros servicios de streaming empiezan a triunfar en la Red. Su secreto es ofrecer música gratuitamente allí donde uno se encuentre, sin tener que llevarse a cuestas una colección de ficheros MP3. En ambos casos, y a pesar de que en formas diferentes, esta música es gratuita. Solamente existe una limitación: disponer de Internet allí donde uno quiera escuchar su música.

Dicen muchos -algunos, incluso, voces muy autorizadas- que las descargas P2P tienen los días contados, que el futuro a medio y largo plazo se encuentra en el streaming. A medida que la banda ancha se vaya imponiendo y que las tecnologías sin hilos como la 3G y el WiMAX se vayan expandiendo llevando con ellas la omnipresencia de Internet, los internautas irán descubriendo como es de cómodo dejar de depender de uno eMule o un Ares instalado en la computadora, y de pensar “¡vaya! ¡me he dejado los MP3 en el disco duro de casa!” para pasar a decir “tengo un dispositivo conectado a Internet a mi alcance? ¡pues ya tengo música!”.

Personalmente, y entre estos dos, prefiero a Spotify, ya que proporciona una mejor calidad en el audio ante Yes.fm. Sin embargo, como contrapartida, un ventaja de Yes.fm sobre Spotify es que mientras que para escuchar las canciones de este último servicio se necesita la instalación de un programa cliente en las computadoras en las que vayamos a utilizarlo, Yes.fm utiliza una tecnología de streaming compatible con los principales navegadores. Y, como en muchos otros casos, por el momento el programa solamente se encuentra disponible para Windows y Mac OS X.

Ambos servicios son de acceso gratuito, pero en diferente medida: mientras que la cuenta gratuita de Yes.fm tiene una duración limitada, esperando enganchar el internauta para que se abone (con el pago del correspondiente importe), Spotify es -por lo menos de momento- totalmente gratuito y sin ninguna limitación temporal. Solamente tendremos que escuchar inserciones publicitarias cada cierto tiempo (por lo menos, por lo poco que lo he utilizado hasta ahora), hecho que nos puede hacer pensar en algún momento que estamos escuchando una emisora de radio.

La mecánica de ambos es muy parecida: hay que darse de alta, en el caso de Spotify instalar el cliente, para Yes.fm no hace falta, y acto seguido seleccionar música gracias a los buscadores integrados, música que puede añadirse en listas de favoritos. Y ¡a escuchar!

Internet, a la larga, se convertirá en una gran base de datos de música, a la que se podrá acceder sin muchas dificultades mediante un navegador o un cliente multiplataforma, y reproducirla a cambio de escuchar un poco de publicidad, nada que sea excesivo. ¿Es esto la tan deseada liberalización de la cultura? bien, por lo menos es un principio.

Y la música solo es una parte; a continuación vendrán las películas, que ya se pueden ver en streaming directamente desde la Red… a pesar que las iniciativas surgidas por el momento no son reconocidas “oficialmente” por la industria audiovisual y, por lo tanto, son perseguidas con cualquier excusa (como por ejemplo conseguir lucrarse con publicidad, cuando todo el mundo sabe que lo que te pagan por un clic a un anuncio de Google es una miseria, y que no mucha gente clica…).

De hecho, una primera tentativa en este sentido la está llevando a cabo Apple con iTunes, ya que en su tienda en línea ya se venden filmes en alta calidad en régimen de alquiler o compra. No obstante, me parece que su éxito es limitado frente a la gran aceptación que ha tenido la música. ¿Quizá es que esta se puede llevar por la calle tranquilamente mientras que para ver una película debes estar cómodamente sentado en el sofá de tu casa? es probable.

Otro intento de llevar el streaming a nuevas cotas es Televeo, un buen intento de hacer una televisión a la carta en formato streaming totalmente legal. Esperemos que tengan buena suerte 😉



Por Guillem Alsina, el 07/08/2009.

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