Sistemas

Los Cybers de Buenos Aires, un paseo por Almagro


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Recién se fue una mujer: vino al ‘Cyber’ (un lugar repleto de PCs conectadas a Internet funcionando con software privativo Windows y algún software libre como Firefox o Ares) desde el que estoy escribiendo este artículo y, al estar infectado su pendrive con un virus tuvo que volverse a su casa. El empleado no le permitió utilizarlo: está bien, es correcto desde el punto de vista del empleado y del comercio, pero es un dato que pone en evidencia los límites que implica el uso de software privativo en cualquier lugar.

Si la mujer y el Cyber utilizaran GNU/Linux no se hubieran visto limitados por el problema de los virus.

Ninguna de las PCs tiene instalado un Windows legal. Casi ningún Cyber en Buenos Aires posee Windows legal, si Microsoft realmente quisiera podría hacer un desartre mediante su ‘policía de software’ (otras empresas u organismos que se encargan de ser su preservativo). Es decir que toda esta gente está en peligro, oprimida en su relación con la informática, impotente frente a los problemas que puedan presentar las máquinas (se utiliza un sistema de freezado o congelamiento por el cual el sistema ilegalmente instalado Windows vuelve a estar como en la sesión anterior, lo cual impide en parte la proliferación de virus pero también impide guardar documentos de forma permanente, instalar nuevos programas, etc.)

Los usuarios de estas máquinas no podemos instalar un software que esté presente durante la próxima sesión, ni hablar de mañana. Cuando vuelva al cyber otro día mis documentos ya no estarán aquí: el sistema de freezado los habrá borrado. Esto en parte genera una necesidad por la utilización de programas al estilo Cloud Computing (Google Docs, etc.), los cuales violan nuestra intimidad.

Los usuarios responden a las órdenes de los ordenadores privativos y opresivos, cada uno aislado en su casilla respondiendo al MSN.

El panorama es desolador, salvo por el rayo de sol que significa la existencia del navegador libre Firefox en todas las máquinas, dado que los administradores de sistemas han dejado de soportar las características opresivas del nefasto Internet Explorer.



Por Marcos Guglielmetti, el 22/04/2009.

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