Sistemas

Definición de Photoshop


Dicen las malas lenguas que el hecho de que Steve Jobs no quisiera ni en pintura ver el Flash de Adobe (anteriormente, de Macromedia) funcionando en el iPhone, era debido a que consideraba una “puñalada trapera” que Adobe, también productora de Photoshop, hubiera abrazado la plataforma Windows a partir de la versión 2.5 de este programa, dando incluso mayor importancia a la versión de Microsoft que a la de Mac en sus lanzamientos.

Tal es la importancia de Photoshop, que incluso ha llegado a crear un verbo que, pese a no haber sido aceptado por la RAE, todo el mundo conoce y utiliza: photoshopear.

Photoshop es un programa de retoque de imágenes nacido en 1987 de la mano de los hermanos Knoll, de cuya distribución se encargó Adobe, compañía que pasaría a adquirir posteriormente el programa viendo su potencial.

En una versión temprana, este programa de computadora, realizado exclusivamente para el sistema operativo MacOS, solamente permitía ver imágenes en blanco y negro, pero bajo la ala protectora de Adobe y con el apoyo de Apple, evolucionó rápidamente abrazando el soporte para imágenes en color y las capacidades de edición.

Ya desde sus primeras versiones, Photoshop incluyó una funcionalidad que lo haría famoso y el preferido por parte de los profesionales de la edición gráfica: los plug-ins.

Los plug-ins permiten extender las funcionalidades del programa, añadir efectos y capacidades al programa, llevándolo al terreno que necesitemos.

Lo mejor de los plug-ins es que su especificación es abierta, de forma que no sólo Adobe crea plug-ins para su programa estrella, sino que habilita a terceras partes a que hagan lo mismo, pudiendo construir plug-ins que reconozcan formatos propietarios de imagen o funcionalidades y efectos que a Adobe no se le habían ocurrido.

Algunos de estos plug-ins pueden ser descargados de forma gratuita de Internet, pero otros son verdaderos paquetes de software que se hacen pagar.

El soporte para una amplia variedad de formatos de fichero es otra de las características más apreciadas de Photoshop.

Esta, le permite cargar tanto archivos antiguos, creados hace años, como los últimos formatos, y trabajando desde imágenes JPEG estáticas, hasta GIFs de varios fotogramas, o imágenes RAW utilizadas por fotógrafos profesionales. Y gracias a los antes mencionados plug-ins, será posible seguir añadiendo compatibilidad con futuros formatos que vayan saliendo al mercado.

La interfaz de Photoshop acoge, en su parte izquierda, una serie de herramientas, que son las que se utilizan para modificar y retocar las imágenes con las que se trabaja.

Entre las herramientas que proporciona Photoshop, tenemos el lápiz, el sello de clonación y estampación, o las de selección (más recorte, copia, etc) entre muchas otras.

Las herramientas de Photoshop también se han convertido no solamente en un icono del programa, sino en un estándar de facto, de forma que ahora el resto de las aplicaciones de retoque de imágenes también las proporcionan.

Es el mismo caso para la interfaz, que han mimetizado entre otros The GIMP, con un reparto de las herramientas y resto de elementos muy similar.

La capacidad de trabajar las imágenes con capas también permite una gran flexibilidad.

Esto quiere decir que, sobre la base de una imagen, podemos crear varias capas y, en cada una de ellas, elementos gráficos que editaremos y modificaremos, para unirlos posteriormente a la base y formar una imagen.

La ventaja de trabajar con capas es que podremos trabajar algunos elementos de forma individual.

Aunque no es su función primaria, desde la versión CS5 Extended de 2010, Photoshop también edita vídeo.

No obstante, para una edición profesional avanzada de vídeo, es mejor una solución dedicada exclusivamente a vídeo, aunque para realizar algunos arreglos, Photoshop ya nos será suficiente.



Por Guillem Alsina, el 12/05/2018.

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