Copiemos y peguemos, mientras el lobo no está
Inglaterra ha reconocido que el hábito de copiar y pegar lleva a un grave problema educativo.
Una encuesta realizada en el país británico reflejó que más del 50% de los docentes consultados piensan que el plagio de trabajos ayudado por Internet es un grave problema educativo.
Lo extraño es que existen casos en los cuales el texto copiado y pegado desde la red contiene hasta los anuncios publicitarios del sitio del cual fue obtenido, es decir que existen estudiantes tan vagos que ni se preocupan por tratar de esconder "la prueba del delito".
Entre los alumnos de sexto grado, se había detectado esta práctica fraudulenta por parte del 58% de los profesores encuestados por el organismo llamado Asociación de Profesores y Académicos (ATL).
Se citan casos en los cuales los ejercicios postulados por los estudiantes no responden exactamente a la pregunta formulada, según cuenta Gill Bullen, un profesor del Itchen College en Southampton (sur de Inglaterra), e incluso ambos trabajos eran exactamente iguales y de un nivel muy superior al que podrían haber logrado por sus propios medios… o sea, un desastre en todo sentido; por que, al menos, y poniéndose en abogado del diablo, se esperaría que los alumnos tuvieran la inteligencia suficiente como para engañar a los profesores, pero ni siquiera eso.
Así, se suceden las anécdotas, como por ejemplo la que cuenta un docente al Leeds: el trabajo era tan copiado y pegado que tenía hasta la publicidad del sitio web.
Existen estudiantes más aplicados (y esto es lo más interesante), que realizan plagios creíbles, por lo cual los profesores deben realizar una búsqueda en Internet para identificar si se trata o no de un fraude.
¿Qué hace? por lo pronto la secretaria general de la Asociación de Profesores y Académicos, Mary Bousted, declaró que se está luchando bajo una montaña de copia y pega para poder comprobar la veracidad de los trabajos, pero solicitó que el Estado brinde medios técnicos para poder ir solucionando la situación de mejor manera, y que se fortalezcan las medidas contra el plagio ayudados por comités de evaluación.
Hay profesores más comprensivos que piensan que la mayoría de los estudiantes que comenten algún plagio lo hacen en el fondo para aprobar por mérito propio, y que una vez que entienden el significado del plagio y sus consecuencias, y aprenden a citar correctamente al autor, pueden extraer cosas valiosas de otros trabajos, dejando de ser problemático el asunto. Esta otra mirada piensa que la mayoría lo hace por ignorancia y no con la intención de hacer trampa.
Aún así, todo esto pone de relieve un aspecto de la educación en general: si un trabajo puede resolverse copiando otro, ¿no existirá un problema en la forma en que está planteado el mismo?
Por Marcos Guglielmetti, el 24/01/2008.