El cigarrillo electrónico para dejar de fumar
Unos días atrás me llegó la presentación del Primer Cigarrillo Electrónico en la Argentina. Me llamó bastante la atención este nuevo dispositivo el que, según ellos mismos dicen, pone la “Tecnología al servicio de la salud”. Supuestamente reproduce, en quien lo fuma, la misma sensación que un cigarrillo tradicional pero sin los efectos nocivos que estos tienen.
Quizás para los que no fuman, este dispositivo no tiene ninguna razón de ser. Pero para los que fumamos, o mejor dicho para quienes estamos intentado dejar de fumar y estamos batallando contra la ansiedad durante los duros primeros meses (bueno… en realidad estoy desde mayo batallando, y siempre alguna que otra pitada me doy), esto podría resultar interesante. Por lo menos para ver de qué se trata y después decidir si probamos o no.
El nombre de este cigarrillo es Oxigen, y se trataría de un “Dispositivo Electrónico Vaporizador”. Tiene la capacidad de hacer que el individuo sienta como que está fumando pero, al no tener ninguna substancia nociva como el tabaco y sus derivados (nicotina y alquitrán), no causa ningún efecto adverso. Ni quisiera tiene olor a cigarrillo porque no tiene papel.
Hasta ahora dijimos que NO tiene. Ahora veamos qué es lo que tiene. Sus componentes fundamentales son: una batería recargable, un atomizador y un cartucho de distintos sabores (frutilla, menta, vainilla, tabaco y tradicional).
La manera en la que funciona es la siguiente: al inhalar el dispositivo, se activa el atomizador y hace que se caliente el cartucho con el que se genera vapor de agua. Al exhalar, el “fumador” suelta vapor, como si realmente estuviera fumando. Y eso es todo. Eso sí, los cartuchos son descartables y se presentan en blisters de 5 cartuchos (cada blister dura aproximadamente igual que unos 50 cigarrillos normales).
En cuanto a los costos, hay dos versiones: una de 289 pesos y otra de 259 pesos (moneda local). Serían unos 80 y 70 dólares respectivamente.
Por Analía Lanzillotta, el 07/10/2009.