Voto electrónico en la ciudad de La Plata
Hace unos días se realizó una experiencia en la ciudad de La Plata, Argentina, relacionada al voto electrónico en la que tuve la ocasión de participar. El tema de utilizar software para tal cuestión es muy controvertido dado que cualquier sistema informático se prestaría al fraude.
El motivo de la votación tiene que ver con un plan de la Comuna local para democratizar las decisiones con respecto a la asignación de fondos del presupuesto. La idea que se viene llevando a cabo es que los vecinos reunidos en asambleas populares fuertemente estatizadas elaboren proyectos y los propongan.
Esto tiene una limitación evidente, quizá producto de una escasés un tanto artificial de recursos (tal cuestión queda sujeta a la investigación), dado que no todos los proyectos serán factibles de realizarse con el dinero de la Comuna platense, sino sólo aquellos que sean elegidos. Uno debería preguntarse: si existe un proyecto elaborado por vecinos de un barrio, por lo cual se supone que es necesario porque la gente lo elabora para mejorar sus condiciones de vida, ¿porqué entra en una especie de juego electoral en lugar de pensarse cómo realizarlo sí o sí? Quizá la respuesta tiene que ver con una cuestión de prioridades, pero aquí vuelve de nuevo el tema de la escasés de capital.
Por otro lado, un vecino de un barrio alejado podría verse beneficiado por un proyecto de mejora de un Centro Cultural alejado al cual asiste de vez en cuando, pero como vive lejos probablemente vote por algún proyecto de su barrio de residencia, aún cuando no lo beneficie quizá directamente, o incluso quizá lo perjudique. Es decir, existe una "zonalización" que quizá no sea tan válida (aunque en los barrios más populares se crean más asambleas), y una idea de lo que es la democracia, bien centralizada, dado que el dinero y el sistema electoral lo brinda la comuna.
A tal cuestión se sumó la posibilidad de votar por medio de un mensaje de texto por teléfono celular, o de lo contrario se tuvo la posibilidad asistir a tal o cual lugar habilitado y votar mediante papel o mediante otro sistema de voto electrónico local. Mi experiencia no fue buena: al mensaje que envié desde mi celular le sucedió otro en respuesta que decía que yo no figuraba en el padrón electoral, cosa que no es cierta dado que en cualquier otra votación tradicional no tuve problema alguno.
Quizá lo bueno de todo esto (si es que existe) es que alienta a la participación ciudadana en las decisiones, que se habla de "asambleas vecinales" y de "presupuesto participativo".
Situación política
El clima es un resultante también del estado de capacidad de gobierno, apoyo y creación de poder del abogado y actual intendente, Pablo Bruera peronista "independiente", quien rompió políticamente en 2001 con el anterior jefe comunal Julio Alak, quien era un hombre políticamente muy poderoso y poseía consenso en gran parte de la ciudad. Bruera necesita "ganarse al pueblo" y parte de su estrategia es dar la idea de que el pueblo participa más en las desiciones.
40 vecinos fueron coordinadores de las "asambleas populares" (nótese la retórica un tanto snob), según el diario El Día fue el Estado quien inició el proceso de elección. El sistema de presupuesto participativo ya se practica en otras 21 ciudades del país como por ejemplo Rosario, y también en ciudades de países vecinos como Uruguay o Brasil. Sólo el 2% del presupuesto municipal es destinado a tal efecto. En el caso platense representó en 2008 unos 6.5 millones de pesos y para 2009 se han asignado 14 millones.
Se dice que los vecinos acercaron reclamos, propuestas e iquietudes a las asambleas que comenzaron en marzo de 2008, y a partir de eso se elaboraron aproximadaemente 300 proyectos que entraron en el juego de la votación para ser ejecutados a modo de obra pública, cubriendo -supuestamente- necesidades de cada lugar.
El cargo de los coordinadores de asambleas es ad honorem, pueden pariticipar aportando proyectos, en igualdad de condiciones que el resto de los vecinos, pero desconozco si los coordinadores son revocables por parte de la asamblea, o si se pueden elegir delegados que cumplan mejor la función o que cumplan otra función.
En las asambleas estatistas vecinales pueden participar todos aquellos que demuestren residencia en el barrio, tengan un comercio o una relación laboral (aquí quedan fuera un gran número de actividades, como por ejemplo las puramente recreativas), no necesitándose filiación política alguna ni pertenencia a ninguna institución estatal, privada u ONG como condición excluyente. Se dice que con esto se busca evitar las "aparateadas políticas". Para ser parte de una asamblea hay que registrarse en las delegaciones municipales. También participan de las asambleas funcionarios de las áreas más importantes del gobierno y consejales de todas las bancadas.
Otro detalle que no es poca cosa: las asambleas se realizan sólo en los barrios periféricos, donde existen la mayor cantidad de necesidades sin satisfacer, según las declaraciones de Santiago Martorelli, jefe de Gabinete.
El total del monto destinado al pre(supuesto) participativo se obtuvo teniendo en cuenta un censo realizado por la Universidad Nacional de La Plata; en 2009 se planifica sumar la variable de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) para cada barrio.
Asambleas populares creadas por el Estado, voto electrónico que se presta al fraude, todo un escenario político "un tanto" snob destinado a la legitimación de poder por parte del partido político a cargo de la Comuna.
Voto electrónico
Volviendo a la temática que nos ocupa, para que un sistema de voto electrónico sea seguro y transparente, ni siquiera es garantía de que el mismo se realice con software libre. La posibilidad de estudiar el código fuente, modificarlo, mejorarlo y utilizarlo con cualquier fin no quita lugar al fraude.
Richard Stallman, experto en software libre explica que los programas podrían ser reemplazados temporariamente durante la votación por otros que brinden sumas falsas, piensa que no se puede dar por honesto al fabricante de hardware, a la autoridad electoral, etc., y que las computadoras por sí mismas no solucionan estas cuestiones. La utilización de software no libre sería peor aún dado que el desarrollador podría hacer fraude sin que nadie se diera cuenta, pero también si fuera libre la autoridad electoral podría cometer el fraude… con lo cual nos queda solamente el papel como sistema de mayor confianza, o en todo caso para cuestiones no masivas, el voto asambleístico popular (levantando la mano, etc.).
Richard Stallman piensa que con la aplicación de sistemas de encriptación de datos realmente eficientes la posibilidad de fraude sería imposible, al menos en el plano informático, estos sistemas son propuestos por especialistas, pero deberían ser testeados durante muchos años y de manera gradual.
Por lo pronto los vecinos platenses no tenemos demasiada seguridad sobre la transparencia del proceso de votación electrónico realizado recientemente en el marco del llamado presupuesto participativo, de hecho cualquier persona que supiera mi número de DNI podría haber votado en mi lugar.
Por Marcos Guglielmetti, el 20/12/2008.