¿Cómo decidir qué Tablet comprar? Recomendaciones!
¿Me quedo un iPad, o me quedo “otro”? es la pregunta que viene a la mente de más de un consumidor cuando se propone comprar un tablet ligero.
Si os encontráis en este disyuntiva, aquí van una serie de consejos para ayudaros a tomar una decisión correcta y, sobretodo, no equivocaros pensando que lo que vais a tener entre manos va a sustituir una computadora personal.
Un tablet ligero con Android o iOS (el famoso iPad) no es una computadora.
En él no vamos a ejecutar la misma versión de Microsoft Office o de LibreOffice que tenemos instalada en nuestra computadora de escritorio, sea esta portátil o sobremesa, sino la versión ligera de cualquier programa, la misma que podemos tener en forma de app en nuestro smartphone porque, al fin y al cabo, será la misma.
En el caso de los tablets con Windows, deberemos vigilar su procesador: si es un ARM, no podremos ejecutar las aplicaciones de sobremesa de Windows, mientras que si está basado en un micro de arquitectura x86 (o x86-64), no tendremos problemas en utilizar los mismos programas que utilizamos en la computadora, también en el tablet.
En los tablets Windows basados en chips ARM, las aplicaciones a ejecutar deberán ser las llamadas “universales”, que corren sobre Windows independientemente de la arquitectura de la máquina.
Al adquirir un tablet debemos pensar para qué lo queremos, ya que las necesidades condicionarán la configuración y los accesorios/extras que adquiriremos.
Si lo que queremos es disfrutar de contenidos multimedia en streaming como, por ejemplo, apps de televisión o servicios como Netflix, un tablet sencillo con 1 GB de memoria RAM y un procesador quadcore será suficiente, incluso con poco espacio de almacenamiento interno, como 8 o 16 GB, pero probablemente nos interesará una pantalla grande, de no menos de 10 pulgadas.
Por contra, si lo que queremos es jugar en horas muertas allá donde vayamos, nos compraremos un tablet pequeño (con pantalla de 7 u 8 pulgadas), pero con un hardware potente (sobretodo en el aspecto gráfico, por lógica), y con bastante memoria RAM, como 3 o 4 GB por lo menos.
Si somos usuarios de productos Apple (como computadora MacBook y smartphone iPhone), por su integración con este ecosistema el iPad es una opción lógica, pero si por contra poseemos un smartphone Android, tal vez deberíamos optar por un tablet con dicho sistema, ya que lo conocemos de antemano.
Si adquirimos el tablet pensando en dejarlo a niños pequeños para que se entretengan, tenemos que pensar en la dureza del producto o en medidas de protección extras.
Ya se sabe que mezclar electrónica de consumo con niños de corta edad puede tener resultados catastróficos, por lo que es conveniente, si vemos que tendremos que dejar el tablet a nuestros hijos, nietos, primos o sobrinos (o familiares de amigos que vengan por casa), asegurarnos que el tablet es resistente a golpes y arañazos, añadiéndole protección adicional si procede.
Si vamos a utilizar el tablet para trabajar, vale la pena pensar en un tablet corporativo, o bien en una computadora híbrida con capacidad de tablet.
Este último aparato no es nada más que una computadora portátil cuyo hardware de procesamiento se encuentra tras la pantalla, de forma que podemos separar ésta del cuerpo que aloja el teclado y, siendo la pantalla táctil, disponemos de un tablet en toda regla.
De hecho, vendría a ser el equivalente a un tablet dotado de un teclado anclado que puede ser retirado a voluntad para utilizarlo como tableta cuando queramos. También puede ser que en vez de separar el teclado, lo podamos voltear hasta que quede tras la pantalla, pero eso haría perder casi todo el sentido a la palabra tablet.
Dichas computadoras híbridas suelen montar un chip Atom de Intel o solución equivalente de AMD, y el sistema operativo Windows, por lo que son compatibles con todas las aplicaciones que podamos tener de nuestra computadora de escritorio.
Si vamos a utilizar la tablet para leer, deberíamos plantearnos adquirir un lector de libros electrónicos (ebook) en vez de dicho aparato.
Las pantallas de tinta electrónica consumen mucho menos y son menos dañinas para la vista que las mejores pantallas de tabletas táctiles, aunque si lo que prevemos es llevar a cabo lecturas esporádicas, podemos optar por un tablet con una pantalla que permita, por ejemplo, aplicar un filtro de luz azul para mitigar el cansancio ocular, y dosificar su uso de forma adecuada además de utilizarlo en sitios con una iluminación adecuada para que su lectura sea cómoda.
Si tenemos un ecosistema de productos de una misma marca, debemos sopesar la adquisición de un tablet de esa misma marca.
Antes hemos hablado del ecosistema de Apple, pero Samsung, Sony o LG son marcas que también disponen de su propio ecosistema, y de las que podemos poseer un televisor y/o una computadora entre otros dispositivos.
Algunos de estos aparatos facilitan funcionalidades tan sorprendentes como el streaming de contenidos multimedia con solamente “lanzar” virtualmente el contenido desde la pantalla del tablet al televisor, con lo cual, y de forma inteligente, empieza el streaming. Hay que tener en cuenta como nos puede simplificar la vida este tipo de funcionalidades e integración.
En el caso de los tablets de Amazon, notar que su sistema operativo es un Android “limitado”.
Esto significa que no podemos comprarlo esperando poder disfrutar de todas las funcionalidades que nos proporciona un tablet Android “puro” ya que, por ejemplo, la tienda de apps de los Fire de Amazon es la propia de la compañía, y no Google Play, siendo inferior el número de apps y algunas que sí están para Android, no lo están para los Kindle Fire.
¿Con conexión 3G/4G o sin?
La conectividad Wi-Fi se da por hecha (no tengo noticia de ningún tablet que no disponga de ella), pero si tenemos que depender de esta, habrá momentos en los que no podamos conectarnos, o bien tengamos que compartir la conexión del smartphone mediante tethering. Por lo tanto ¿por qué no considerar la compra de un dispositivo que ya permita directamente utilizar 3G/4G desde el mismo?
Para ello, necesitaremos una tarjeta SIM extra, lo cual puede suponer un gasto extra en nuestra tarifa (seguramente lo supondrá), pero nos dará una mayor comodidad.
Finalmente, una reflexión. ¿realmente necesitas un tablet?
No es una pregunta baladí; muchas personas adquieren un tablet y se encuentran que el trabajo que realizan con dicho dispositivo lo acaban pudiendo hacer con un smartphone y una computadora, por lo que la tableta acaba aparcada en un cajón sin darle mucho uso.
Imagen Fotolia – Jelenaka7
Por Guillem Alsina, el 14/02/2019.