Nuestro smartphone también debe ser seguro
No deja de resultarme curioso la despreocupación que muchos usuarios muestran sobre la seguridad en su terminal móvil, especialmente cuando estos mismos usuarios se preocupan en gran medida por la seguridad en sus computadoras, se informan, se instalan un antivirus, y siguen toda clase de precauciones.
Tal vez será porque el boom de los smartphones es todavía reciente, y los casos de malware menores que en las computadoras domésticas (aunque no por ello menospreciables). Si les pregunto, amigos lectores, si conocen a alguien cuya computadora se haya visto afectada por un virus u otro tipo de intento de vulnerar su seguridad (phishing incluido), doy por seguro que todos y cada uno de ustedes diría que si. En cambio, si les pregunto lo mismo para sus amigos y conocidos con smartphone, muchos menos levantarían la mano.
Pese a no ser tan frecuente, el malware para las plataformas software móviles existe, y estaremos expuestos a él y a otras amenazas si no protegemos un poco nuestro terminal.
El primer paso es bloquearlo mediante un PIN y un patrón de desbloqueo, algo que puede resultar incómodo si utilizamos el terminal muy a menudo, pues vamos a tener que utilizarlos cada vez que queramos hacer algo con nuestro terminal, pero que dificultará el acceso a nuestros datos por parte de ladrones si roban nuestro smartphone.
Evitar conectarnos a Internet, y más trabajar o realizar acciones que impliquen la entrada a nuestro banco online u otra cuenta, desde puntos de acceso públicos o de los que no podamos controlar su seguridad. Es más seguro utilizar el acceso 3G/4G que nos proporciona nuestra operadora desde el móvil que no conexiones que desconocemos y que pueden estar intervenidas de alguna forma.
Debemos pensar que muchos programas de mensajería instantánea y otros servicios, mandan sus datos ‘en claro’, sin codificarlos y, por lo tanto, son visibles para quien tenga la conexión interferida, algo relativamente simple.
Estas conexiones públicas incluyen los aeropuertos, caferías u hoteles entre otras.
Una medida que no mucha gente contempla en los smartphones pero que sí lo hace en las computadoras, es la instalación de un software de seguridad, como por ejemplo un antivirus.
Las aplicaciones también pueden ser un punto de penetración de malware en nuestro terminal. No podemos fiarnos de cualquier app que nos ofrezcan en cualquier sitio web, pero también debemos actuar con cautela ante las apps presentes en las tiendas oficiales, puesto que en algunos casos, los cibercriminales han podido “colar” apps que imitaban la apariencia y funcionalidades de los programas legítimos.
En este caso, un buen indicio para conocer si estamos siendo engañados o podemos fiarnos, es prestar atención a los comentarios y las evaluaciones de estas apps, puesto que los usuarios que ya las han descargado y probado, y que han escrito sobre ellas, pueden darnos una pista de si la app funciona o es legítima.
Por Guillem Alsina, el 17/07/2014.