Sistemas

El peligro de no leerse las licencias de usuario


Recientemente, una actualización del navegador web Google Chrome me ha llevado a reflexionar sobre una posibilidad que no había tenido en cuenta antes y que puede facilitar a empresas e individuos que producen software el introducirse en nuestras máquinas para llevar a cabo cualquier acción que les plazca.

La actualización de Chrome desde la versión 3 a la 4 se ha hecho de manera automática, sin avisar el usuario ni antes ni después de llevarla a cabo, un hecho que ha sorprendido a algunos internautas aunque menos de los que yo esperaba, señal que la gente está cada día más informada, pero no sé si se sopesa suficientemente la información que le llega.

Dentro de la licencia de usuario de Google Chrome, que es la misma que también utilizan otros programas de la compañía, consta el siguiente punto: “El software que usted está utilizando puede descargar e instalar de forma automática actualizaciones de vez en cuando desde Google. Estas actualizaciones están diseñadas para mejorar y desarrollar los servicios (entendidos estos por Google como software o servicios en línea) o pueden tomar la forma de parches de seguridad, funcionalidades mejoradas, nuevos módulos de software y versiones completamente nuevas. Usted está de acuerdo con la recepción de estas actualizaciones (y permite a Google enviarlas) como parte de su uso del servicio*”.

Si, eso permite a la compañía del conocido buscador instalar esta actualización, pero también abre la puerta a posibilidades que a mí particularmente me han provocado algún que otro escalofrío cuando lo he pensado; imagínense que en una próxima actualización se añade al software base un nuevo módulo que accede a los ficheros guardados en el disco duro, ya sean documentos de texto, fotografías o vídeos. Y que, en estos ficheros, busca nombres y direcciones de correo electrónico de personas que ustedes conocen, con finalidades estadísticas.

Google es una empresa que trata con terceras partes, empresas ajenas a la compañía del buscador pero que le ofrecen servicios y, eventualmente, pueden hacerlo directamente al usuario en nombre de Google (algo que también se ha aceptado explícitamente en los términos de la famosa licencia de uso). Imagínense por un momento que una de estas empresas tiene acceso a esta información, inicialmente para finalidades estadísticas, y hace otro uso de ella. O, tampoco hay que ir tan lejos, es un mismo trabajador de Google quien consigue robar esta información, que en el mercado negro se paga a un buen precio. Ahora quizá ya ven ustedes por donde voy…

Durante muchos años se ha criticado (y aún se critica) a Microsoft por introducirnos spyware (software espía) en nuestra computadora metido dentro de sus productos como Windows o Internet Explorer. Para mí, Google puede aprovechar esta cláusula y otras e ir un paso más allá: meternos los espías delante de nuestras propias narices, legalmente y sin que podamos quejarnos afirmando que no habíamos sido advertidos (¡pero si ha dado explícitamente su visto bueno al aceptar la licencia de uso!).

En mi opinión, Google ha añadido a su famoso leitmotiv Don’t be evil (no seas malo, en inglés) un today (hoy) que la faculta a serlo mañana, a introducir nuevas funcionalidades en sus programas que tengamos instalados en nuestras computadoras y que hagan cosas como revolver en nuestros documentos, presentarnos publicidad queramos o no, o nos instalen nuevas aplicaciones informáticas que no deseamos en sustitución de los productos que sí queremos.

Ante esto, quiero proponer que ningún programa informático instale o actualice nada, incluyendo nuevas versiones o parches de seguridad, sin el conocimiento y la aceptación explícita del usuario, y que eso sea regulado legalmente. Un paso que, sin duda alguna, muchos no verán claro, considerarán que conllevará más trabajo para los usuarios, pero que creo necesario para que todos disfrutemos de mayor transparencia en un mundo -el de la informática- que cada día ve el nacimiento de más formas de engañar al usuario de a pié aprovechándose de la información que se le sonsaca.

* traducido del inglés original



Por Guillem Alsina, el 10/02/2010.

Historias relacionadas

Volver al inicio