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QLED y OLED: Diferencias y Características


Antes, cuando había que comprar una pantalla para computadora o un televisor nuevo, había pocas cosas de las que preocuparse, máxime las pulgadas y el precio (y una época en si queríamos que nuestra inversión fuera en color, o nos conformábamos con blanco y negro).

Actualmente, la diversidad de tecnologías para la construcción de pantallas de todo tipo se ha disparado, encontrando diversas siglas en el mercado que presentan diferentes propiedades que pueden hacerlas más apetecibles o no según nuestras necesidades. De éstas, dos destacan con luz propia: OLED y QLED, obligando a la comparativa.

La tecnología OLED (siglas de Organic Light-Emitting Diode, diodo orgánico emisor de luz) se basa en diodos que generan la luz mediante una capa de componentes orgánicos estimulada eléctricamente.

Es una tecnología que parte de la segunda mitad de la década de los 80 del siglo XX, pero que hasta ahora no ha podido ser explotada debido a sus dificultades, que pasan por un proceso de fabricación más caro que otras soluciones como la LCD, y que han hecho que estas últimas sean más populares.

También, y según las tecnologías empleadas en su fabricación (son múltiples, y dependen de la capa orgánica y de la capa de estimulación eléctrica de esta), la imagen se cambia dejando unas sombras en pantalla, además de presentar una menor duración en horas operativas que otras tecnologías rivales.

Aunque las dificultades de implementar las pantallas OLED han sido tradicionalmente mayores, la tecnología mejora día a día abaratándolas y aumentando su durabilidad y resolviendo sus handicaps frente a otras tecnologías rivales, haciendo con ello brillar sus ventajas.

Estas últimas se concentran en la producción de pantallas más delgadas y flexibles, idóneas para dispositivos como smartphones, más económicas (los componentes, aunque el proceso de fabricación hasta ahora haya sido más caro, como hemos dicho antes), con un mayor contraste y brillo que las hace especialmente buenas para su visualización a contraluz, y con un menor consumo energético (vuelta a su idoneidad para dispositivos móviles).

La tecnología QLED (quantum dot display, pantalla de puntos cuánticos) utiliza nanocristales semiconductores para proporcionar alimentados según las necesidades de la imagen, por lo cual es más eficiente que la OLED.

Es una tecnología similar a la anterior, la OLED, en cuanto a concepción, consume la energía de una forma más optimizada, ya que no necesita iluminar los puntos en los que se encuentre una parte en negro de la imagen.

Los nanocristales semiconductores son capaces de producir luces monocromáticas puras, es decir, rojos, azules y verdes puros, mejorando con ello el brillo y la calidad del color.

La durabilidad de las pantallas QLED es superior a la de las OLED, ya que los nanocristales semiconductores no se degradan con tanta rapidez.

Además, por las cualidades intrínsecas de la tecnología, las pantallas QLED pueden ser de mayor tamaño y más flexibles que las OLED, algo que a la industria de la fabricación de pantallas le viene de perlas, habida cuenta que el futuro de los televisores y monitores de computadora puede venir marcado por pantallas panorámicas en forma ligeramente semicircular, que abarcan el campo de visión del usuario.

Esta tecnología nace en la década de los 90 del siglo pasado, pero es a principios del nuevo siglo XXI cuando empiezan a explotar sus posibilidades.

Foto: Fotolia RefreshPIX



Por Guillem Alsina, el 02/05/2018.

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