Speedy y Movistar están a full, se aceleran las inversiones
Algunos hablan del “colapso” de los servicios de Speedy y Movistar. Disculpen la nota personal, pero si es por mí, puedo dar testimonio de que las cosas no andan muy bien… tengo que decir que hace un mes que Telefónica de Argentina no repara mi línea, habiendo hecho el reclamo correspondiente en varias oportunidades, e incluso habiendo recibido a un técnico de la empresa 20 días luego de que la línea dejara de funcionar… ¿se referirán a este tipo de casos cuando hablan de “colapso”? Puede ser, por lo pronto, suspendí la línea porque no voy a pagar por un servicio que no utilizo; tampoco soy tan inocente como para pensar que la empresa no se beneficia con esto, dado que deberé utilizar algún aparato celular, y así será difícil zafar de la misma.
Según informa la agencia EFE, las estructuras tecnológicas relativas a la prestación de Internet llamada Speedy, y a las comunicaciones por teléfonos móviles por parte de Movistar quedaron antiguas.
Las mismas no son lo suficientemente potentes y confiables para antender al gran cúmulo de comunicaciones que se realizan día a día gracias a una avalancha de nuevos clientes, producto de la recuperación económica del país luego de su peor crisis histórica, como muestra, sirve un botón: el PBI viene creciendo a un ritmo superior al 8% anual desde hace cinco años.
Telefónica, que posee la friolera de 15 millones de clientes argentinos sobre una población total de 39 millones, entonces, anunció inversiones por 1898 millones de dólares (unos 6000 millones de pesos) entre 2008 y 2010. Quien lo hizo público fue el presidente de la filial de la firma española Eduardo Caride: durante el 2008 se invertirán 538 millones de dólares destinados a la ampliación e incorporación de nuevas tecnologías, incluso con el fin de reducir la llamada brecha digital.
De paso, el presidente de la firma se encargó de destacar que llevan adelante acciones de responsabilidad social (SIC) desde el Grupo Telefónica junto con 30 ONGs; por ejemplo se prevee ampliar a 10 mil la cantidad de niños que serán ayudados a completar sus estudios mediante el programa Proniño.
Toda una postal de la crisis abierta con la llegada del neoliberalismo en el país y en el continente Latinoamericano allá por los años 70, teoría y práctica económica que se profundizó en Argentina con el menemismo durante los 90: el Estado retirándose paulatinamente de sus deberes históricos, entre ellos, las comunicaciones y la educación.
Una postal que nos recuerda algo muy importante: la crisis social y cultural nunca fue resuelta; incluso, un dato más escalofriante: la independencia de España tampoco fue completamente resuelta, aún cuando ya van casi 200 años de aquellos gloriosos momentos del Congreso de Tucumán. Mientras en las aulas públicas se enseña sobre tales gestas de independencia, el teléfono que pagan las escuelas todos los meses pertenece a un servicio español, y muchos de los celulares de sus docentes y alumnos también…
Por Marcos Guglielmetti, el 19/12/2007.