Sistemas

¿El capital se inscribe en los usos de la tecnología y no en las máquinas?


Continuamos comentando y discutiendo el artículo sobre "Compartiendo el Capital", de Pablo Mancini.

Quizá sea un tanto exagerado decir que el capital se inscribe en los usos de la tecnología y no en las máquinas en sí: dentro de este proyecto puede ser algo cierto, pero no es verdadero fuera de contexto, una máquina será en general una herramienta de trabajo y por lo tanto parte del capital necesario para producir algo, cualquier mercancía.

La "digitalización de la cultura" no hace desaparecer al capital ni a lo tangible, ni lo torna menos importante que el software, aunque sí es cierto que cada vez se valora más la habilidad en el manejo de nuevas tecnologías. En este sentido, compartir el conocimiento (y si esto se inscribe dentro del Capital, ok) puede enriquecernos de varias maneras, personal y socialmente. Pienso que dentro del movimiento del software libre existe una sobrevaloración de las posibilidades que nos brinda el conocimiento y la llamada sociedad de redes.

Doy un ejemplo más concreto: aunque SUN libere las especificaciones del procesador Ultrasparc T2, nunca podríamos construirlo sin poseer las herramientas tangibles necesarias, la materia prima y la fuerza de trabajo, y/o el capital en dinero suficiente para adquirir esto y llevar adelante un proyecto: el capital es tan duro, físico y tangible como siempre lo ha sido.

Mientras la propiedad privada sea la que ostente estas posibilidades, la socialización del capital tangible es menos probable.

Por lo pronto, la gente de Compartiendo Capital se encuentra escribiendo un libro colectivamente (no podía ser de otra manera) para conectar nuevamente el mundo de los bits con el universo tangible.

Mancini brinda visiones muy interesantes a lo largo de todo el artículo citado, pienso que es un gran acierto señalar que muchas vanguardias culturales, artísticas, sociales llegan ahora de la mano de los programadores devenidos a veces en filósofos, quienes ven el código fuente como una obra de arte, así como en el siglo pasado las vanguardias venían de la mano del cine y otras disciplinas.



Por Marcos Guglielmetti, el 30/04/2008.

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