iPhone 3G es un éxito a pesar de ser privativo
A pesar de las 5 razones por las cuales quienes valoran sus libertades y derechos como usuarios de software deberían evitar la compra de los iPhones, estos dispositivos han tenido un gran éxito de ventas.
Superando los pronósticos, la venta del nuevo iPhone 3G llego al millón de unidades, aproximadamente, en sólo tres días.
La nueva versión es más liviana, accede más rápido a Internet y sobre todo es más barata. Comenzó a ser comercializada el viernes en veintiún países, entre ellos México y España, rodeado de gran expectativa provocada por los medios de comunicación, largas colas de personas deseosas de unirse a la nueva moda.
Mientras que con el primer modelo de iPhone, Apple tardó 74 días para llegar a la cifra de 1 millón de ejemplares, esta versión superó con creces tal número, sobre todo porque la marca ya se instaló bien en una mayor cantidad de gente y porque el mercado se expandió hacia otros países.
Durante el 2007 fue premiado como el invento del año, saliendo a la venta en el mes de Junio, se transformó en un objeto de culto… pero tenía un gran problema que superar: su alto costo, esos 600 dólares estadounidenses eran un gran freno a su expansión. Así y todo, tengamos en cuenta que durante los dos primeros días de ventas del primer modelo se logró la cifra de 250.000 unidades, que llegarían al millón en septiembre mediante la expansión hacia 5 países.
El mercado creció hacia 21 países en la actualidad, con costos más populares gracias a las subvenciones que brindan las operadoras telefónicas. Por ejemplo, algunas operadoras hacen firmar al comprador un contrato por dos años, y en tal caso hasta llegan a regalar el dispositivo. Claro, si para ellas el tema es cobrar por servicios, no por hardware.
Por el bien del mundo cybernético libre, luchemos para que sistemas operativos libres como el futuro Symbian (que será liberado por Nokia y posee el 60% del mercado) triunfen sobre los privativos.
Aún quizá no se vea la importancia de estos "detalles", pero tiene que ver con que seamos objeto o no de enormes abusos por parte de las empresas y/o Estados.
Por Marcos Guglielmetti, el 16/07/2008.