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Steve Jobs se ve obligado a desmentir públicamente los rumores sobre su estado de salud


El aspecto demacrado que se le ha visto al CEO de Apple en sus últimas apariciones públicas desde hace cosa de un año fue el detonante de toda una serie de rumores sobre su estado de salud sin otro fundamento que la típica maledicencia pública. El punto culminante de esta rumorología se dio debido al anuncio de la compañía de la manzana mordida de que su cofundador no estaría presente en la MacWorld Expo de este año, la última a la que Apple acudirá para mostrar sus nuevos productos.

Los rumores han afectado financieramente a Apple, al ser el origen de la desconfianza de los inversores en el futuro de dicha empresa. Hay que pensar que durante la etapa en la que Jobs salió de Apple, esta pasó sus peores momentos, con una capacidad de innovación mermada y su cotización bursátil en caída libre. El regreso de Jobs significó el renacer del Ave Fénix con nuevos y revolucionarios productos como el iMac y el iPod, que han aupado a Apple a una posición de líder indiscutible en cuanto a innovación tecnológica y la han posicionado en una situación económica más que boyante. Así las cosas, a buen seguro que más de un poseedor de acciones de Apple iguala la ausencia de Steve Jobs con la vuelta a los “malos tiempos”.

Ha sido el mismo CEO de Apple el que se ha encargado de disipar los rumores, rompiendo de esta forma con el tradicional alejamiento de su vida privada respecto a las cuestiones públicas que rodean a su trabajo en Apple. En un escueto y conciso comunicado, Jobs se hace eco de los rumores, afirmando que estos incluso han llegado a certificar su defunción en varias ocasiones, y afirma que lo que padece no es más que un desequilibrio hormonal que provoca que su cuerpo consuma un mayor número de proteínas de lo que debería ser normal, dejándole con el aspecto demacrado que originó los rumores.

Al comunicado de Jobs le ha seguido otro de la dirección de la compañía que expresa su total apoyo al director de la compañía en su recuperación.

No han trascendido más detalles sobre la dolencia y el proceso de curación que sigue (y que según afirma Jobs no es nada fuera de lo corriente), pero lo que sí se ha asegurado para tranquilidad de los inversores y fans de la compañía de la manzanita es que el actual CEO de Apple continuará ejerciendo sus funciones durante este periodo que puede alargarse hasta medio año.

En su comunicado, Jobs afirma que en caso de verse impedido para desarrollar su función de CEO de la compañía, será él el primero en decirlo y abandonar el cargo. La sucesión en el puesto de máxima responsabilidad de Apple parece por el momento decantada hacia Phil Schiller, quien fue el responsable de dar la tradicional keynote en esta última MacWorld Expo.



Por Guillem Alsina, el 07/01/2009.

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