El adiós a Steve Jobs
Ayer las palabras con las que Apple anunció en su página web la muerte de su creador, Steve Jobs, fueron pocas pero contundentes: “Apple ha perdido a un visionario y genio creativo, y el mundo ha perdido a un ser humano maravilloso. Los que hemos tenido la suerte de conocerlo y trabajar con Steve, hemos perdido un gran amigo, mentor e inspirador. Steve ha dejado una compañía que sólo él podía crear, pero su espíritu siempre vivirá en Apple”.
Sí, Jobs fue sinónimo de creatividad, de visión de futuro y de innovación sin lugar a dudas. Y eso no se dice solo por decir, sino que hay pruebas al alcance de todos que lo dejan en claro: la computadora Macintosh, el iPod, el iPhone y el iPad. Él estuvo detrás de estos dispositivos que marcaron una tendencia en el mercado mundial.
Pero desde hace varios años, más exactamente desde el 2004, Steve estaba luchando contra un cáncer de páncreas del que no pudo recuperarse, incluso con un trasplante de hígado mediante. Con varios meses de licencia, pocas apariciones en público durante los últimos años (solo en las grandes presentaciones) y su renuncia a la dirección de la compañía hace un poco más de un mes, los indicios de que su salud no mejoraba eran cada vez más notorios.
Es más: justo un día atrás de su muerte se presentó el iPhone 4S (del que ya estaremos hablando) sin la presencia de Jobs.
En cuanto a su historia y la de Apple van de la mano: a sus 21 años (en 1976), un tiempo después de haber dejado la facultad, fundó la compañía, a la que llamo Apple Computer, junto con el ingeniero Steve Wozniak en el garaje de su casa. Y a partir de ahí, no paró de crecer.
Tras haber introducido las primeras computadoras con un diseño y desempeño superior que el resto, construidas no en forma masiva sino a pedido y para un público que pagara más por una calidad superior, en la década de 1980 popularizó la Macintosh, y por ende la marca Apple.
El único período de turbulencia para la empresa fue desde 1985 (una lucha interna hizo que Jobs se fuera de Apple) cuando la empresa ya tenía más de 4 mil empleados hasta 1996, cuando lo fueron a llamar para que retomar la conducción y en la que estuvo a cargo hasta hace solo un mes, sin dejar que la enfermedad opacara su genio creativo.
Durante esa década, Steve realizó varios emprendimientos. Uno de ellos fue la creación de la empresa de software NeXT Corporation en 1985, y un año después, fue cofundador de la empresa de animación Pixart Animation Studios, que hizo películas como Toy Story y Buscando a Nemo y que fue comprada por Walt Disney Co. en el 2006 por 7.400 millones de dólares.
Pero en 1996 llegó la reconciliación: Apple compró la compañía NeXT y Jobs volvió a dirigir Apple. A partir de ahí llegaron el iPod (2001), el iPhone (2007) y el año pasado, el iPad. El crecimiento de la empresa fue tal que en mayo del 2010 se convirtió, en cuanto a valor en el mercado, en la mayor empresa tecnológica de Estados Unidos, superando incluso a Microsoft.
Las dudas respecto a lo que pasaría con la empresa (lo que se empezó a ver en la baja de las acciones en la Bolsa) fue a partir de fines de agosto, cuando Steve Jobs renunció a la dirección de la misma. Ahora, tras su muerte, quedará por ver qué pasará con Apple pero además quién será el que marque las tendencias en el mundo tecnológico como hasta ahora lo estuvo haciendo Jobs.
Por Analía Lanzillotta, el 06/10/2011.
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