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Apple presenta un iPhone 5 sin novedades radicales


El nuevo iPhone 5

El nuevo iPhone 5

La firma de la manzana mordida ha jugado en el nuevo iPhone la carta de la potencia. Ninguna novedad sustancial fuera de la mejora de prestaciones y de la "pérdida de peso" de un aparato que ahora es más delgado y ligero que los modelos anteriores.

En líneas generales, las filtraciones previas al acto de presentación acertaron varios detalles del terminal, como su aspecto y que iba a incorporar capacidad LTE, una tecnología de cuarta generación que desgraciadamente no se encuentra aún desplegada en todo el mundo. Esto hará que en determinados países -como España- no se pueda exprimir todo el zumo que el iPhone 5 podría haber dado, un problema que se encuentra en todos los terminales que emplean esta misma tecnología.

Algo en que fallaron muchas de las previsiones fue en la inclusión de chip NFC que permita realizar pagos con el móvil o emparejar el teléfono con hardware como, por ejemplo, unos altavoces o un manos libres. Apple no ha presentado ningún sistema de pagos con el móvil, aunque sí se ha lanzado con PassBook, un software y servicio que permite guardar información sobre cupones de descuento, billetes de avión y otros tipos de tiques.

El conector también cambia, haciéndose considerablemente más estrecho. Esto, a su vez, provoca que aquellos poseedores de uno de los modelos anteriores no puedan aprovechar sus docks, gádgets y complementos que tenían para su terminal si deciden actualizarse al nuevo modelo. Y pese a que seguro que tarde o temprano se sacan adaptadores para poder aprovechar este hardware, es seguro que en algunos casos será imposible.

En conjunto, la keynote de presentación de Tim Cook (CEO de Apple en substitución del fallecido Steve Jobs) a recibido más críticas que halagos por las novedades presentadas, y la compañía debería tomar buena nota de ello pues no le conviene que inversores y analistas duden de su capacidad innovadora cuando desde el fallecimiento de su fundador no se había presentado nada que no pudiera ser aducido directamente a su inspiración. Estas dudas darían a entender que, sin Jobs, Apple caerá en la mediocridad y con ello arrastrará a la baja su valor en bolsa fruto del pánico generado por si los consumidores empiezan a dejar de querer sus productos.

Por lo demás, el iPhone 5 amplía el tamaño de pantalla hasta las cuatro pulgadas, que quedan aún lejos de los principales terminales Android como el Galaxy S III de Samsung.



Por Guillem Alsina, el 16/09/2012.

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