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Furor y problemas: PlayStation 3 llegó a Japón


Furor y problemas: PlayStation 3 llegó a Japón

Autor: Germán Isaac

Luego de varias dificultades, al fin la consola más esperada, la PlayStation 3 de Sony, llegó a Japón dando un panorama de lo que puede ocurrir en otras partes del mundo en el futuro, si bien en el país nipón ‘juega de local’.

La PS3 se hizo presente con un valor de U$S 420 en su modelo más barato, trayendo nueva tecnología entre la que podemos destacar la unidad de discos Blu-Ray (DVD de alta capacidad y definición), y la inclusión de GNU/Linux como sistema operativo.

Era tanta la ansiedad de los japoneses, que miles de ellos se pasaron toda la noche aguardando en las vidrieras de las casas de venta más importantes del país, con el objetivo de ser los primeros en tener el nuevo artefacto de Sony.

La fiebre empezó el sábado a las 7am, incluso con cuentas regresivas, como si se tratase de la bienvenida de un año nuevo. Las colas rodeaban las manzanas de los locales, los estacionamientos estaban abarrotados de gente que pensaba que quizá se agotaría el stock de 100.000 unidades.

En el país norteamericano estará disponible en una semana, en un marco de quejas por parte de los clientes debido a la poca cantidad de unidades fabricadas, un número 10 veces inferior al del estreno de la PS2 de hace 6 años.

En definitiva, más allá de las quejas, todo este panorama habla de un gran triunfo por parte de Sony para lograr imponer el formato Blu-Ray DVD con tecnología anticopia DRM. Es tan importante esta estrategia que no se dudó en retrasar el estreno en Europa para marzo de 2007, hasta que todos los dispositivos DVD Blu-Ray puedan ser fabricados, y de hecho vienen junto con la consola. El problema del nuevo formato de alta definición está en la fabricación del componente central que opera con un láser azul.

Ha sido un mal año para Sony, con el caso de las baterías en mal estado y su costoso reemplazo, por lo cual estima que ganará mucho menos, pero una empresa tan grande, con tanta aceptación por parte del público y con una estrategia tan clara y poderosa no está realmente en peligro.



Por Marcos Guglielmetti, el 12/11/2006.

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