Sistemas

¿Cuba consumidora o es sólo pasajero?


Mi compañero de MasterMagazine a fines del mes pasado daba la novedad de que finalmente en Cuba todos podrían tener acceso al teléfono móvil. Si, después de tantos años durante los que sólo habían tenido la posibilidad de usar estos dispositivos básicamente los extranjeros y los funcionarios estatales, ahora el gobierno de Raúl Castro liberó el uso para todos.

Pero no todo será tan fácil, especialmente por los costos de los móviles. ETECSA, la Empresa de Telecomunicaciones en Cuba, es la encargada de vender los dispositivos en 30 de sus oficinas. Las terminales que están a la venta -que son sólo seis modelos- varían entre los 65 y los 290 dólares aproximadamente, mientras que la línea cuesta casi 120 dólares. Si tenemos en cuenta que un salario promedio en la isla es de 18 dólares, los números no cierran para los cubanos.

Sin embargo, muchos están dispuestos a sacrificarse la cantidad de tiempo que sea con tal de tener finalmente un teléfono en su mano y de poder contactarse sin inconvenientes con muchos familiares que desde hace tiempo dejaron la isla. Tengamos en cuenta que en Cuba tampoco es fácil tener una línea de telefonía fija, de ahí la dificultad de comunicarse con los demás.

Además, los celulares no es lo único que se ha liberado. También otros artículos eléctricos como las computadoras y los DVD dejaron de estar bajo en veto del gobierno y a pesar también de lo difícil que es adquirirlos por los costos, las ventas de algunos de estos productos aumentaron considerablemente para lo que es el poder de adquisición de los cubanos.

Pero estos son los primeros días desde que se produjo esta apertura. Muchos entusiasmados con la idea de adquirir alguno de estos artículos tras haber estado prohibidos hacen hasta lo que sea para comprarlos. Todos somos humanos y cualquiera podría llegar a sentirse atraído por uno de estos dispositivos, por más que viva en donde viva y tenga la ideología que tenga.

Lo que habrá que ver es si este gusto por el consumo sigue creciendo, ingresando así también Cuba al mercado de consumo que tanto estaba enfrentando, o si sólo quedará en una atracción pasajera justificada por la novedad. No estoy en Cuba por lo que no puedo decir si considero que este último es el verdadero motor que lleva a los cubanos a endeudarse durante años para pagar un celular, pero si en países en los que hay libertad de comercio, muchos usuarios se empeñan durante tanto tiempo para tener el último modelito de un producto determinado, no sería raro que en esta oportunidad, sean los cubanos los que quieren decir que sí, aunque sólo sea por unos días.



Por Analía Lanzillotta, el 16/04/2008.

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