Nada de celulares en el transporte público
Una ciudad del país austríaco decidió prohibir el uso de teléfonos móviles en el transporte público. Ayer informábamos sobre el impresionante crecimiento en el uso de teléfonos móviles en Argentina, y decíamos que casi no hay persona que no salga sin su celular… pero esto puede representar un problema para quienes quieren vivir más tranquilos, ¿por qué?
Se trata de la segunda ciudad en importancia en Austria, su nombre es Graz: ya no se puede hablar por celular y la idea es reducir la contaminación sonora. Disculpen la informalidad, pero, jajajajajajaj!!, aquí en Argentina no se puede hablar en un colectivo… pero porque hace mucho ruido el motor!!! y los baches en las calles!!! y los ruidos de la estructura del automotor son tan grandes que si bien no es imposible hablar y escuchar, es algo que se complica frecuentemente.
Es decir que en el llamado primer mundo, el transporte público no hace ruido pero la gente habla y eso sí molesta: bien, imagino esa extraña situación por un instante… ya comprendo.
Hay que aclarar que todo comenzó durante el Día Mundial del Ruido (que en verdad es contra el ruido), así es que el alcalde de la ciudad, un ¿buen hombre? llamado Siegfried Nagl mandó a colocar avisos en los autobuses y tranvías en los cuales se invita a los pasajeros a no usar sus teléfonos para hablar, por lo cual deberán apagarlos o ponerlos en modo vibrador… o bajar los volúmenes de los ringtones.
Tanto el partido Los Verdes como el Partido Popular de Austria estuvieron de acuerdo con esta medida, dado que el 80% de los habitantes de Graz dicen sentirse incómodos porque siempre se los encuentra mediante el teléfono… "chocolate por la noticia": más de uno en cualquier parte del mundo comienza a sentir semejante incomodidad, los teléfonos nos interrumpen todo el tiempo.
De los encuestados, un 42% estuvo de acuerdo con la medida de prohibir su uso en el transporte público, lo cual incluye también a los trenes de esta ciudad de 300.000 habitantes, pero el asunto no se queda allí: muchas personas desean extender la medida a hospitales y consultorios médicos.
La norma no prohíbe los mensajes de texto, juegos y el uso de Internet.
Ahhhhhhh… uno de estos días me doy una vuelta por Graz, ¡cómo amo el silencio! Eso sí, prometo llevar una grabación del ruido promedio en el centro de la ciudad de La Plata o de Buenos Aires, así lograré espantar a unos cuantos austríacos y, por ejemplo, podría disfrutar de una caminata solitaria observando las bellezas de la arquitectura europea.
Por Marcos Guglielmetti, el 16/04/2008.