Por qué usar las 4 libertades del software libre es fundamental
Es muy importante apoyar proyectos que se apropian totalmente de la tecnología informática.
No agotaré aquí en este artículo todas las fundamentaciones posibles, pero me pareció prudente dejar bien en claro por qué pienso que dentro del Software Libre hay aún algunas batallas importantes que dar.
Como bien saben los usuarios y desarrolladores, el software libre nos permite
0. usar con cualquier fin
1. estudiar cómo está hecho un programa
2. hacer copias
3. modificarlo y adaptarlo para ayudar a otras personas
¿Pero qué es lo que sucede en el común de los casos con los usuarios (e incluso con grupos de desarrollo en ciertos aspectos) de software libre? Utilizan las primeras 3 libertades, o la 1era y la 3era, pero dejan de lado la 4ta que es quizá la más importante: la de modificarlo.
¿Y por qué es tan importante esta libertad? Porque es la que nos permite apropiarnos realmente, con todas las letras, de una tecnología que está moviendo al mundo en gran medida: las operaciones económicas, los trámites frente al Estado, las intercomunicaciones mediante celulares o computadoras, la producción cultural (música, cine, diseño gráfico, arquitectura), la producción industrial, etc., todas se realizan con software como base.
¿Se ve la importancia entonces de poder adaptar el software a nuestras necesidades?
Apoyar proyectos de software libre en los cuales podemos influir directamente, sean Debian, Ututo, u otros, nos permite apoyar proyectos que hacen uso de todas las libertades del software libre. Son comunitarios, están abiertos a una participación democrática y se hacen "por amor al arte", en gran medida, es decir, porque estas personas son felices afirmando su personalidad en tales producciones, porque creen que el mundo es modificable, y tienen razón.
Dí sólo algunos ejemplos de proyectos comunitarios, pero existen muchos más, y en verdad no deberíamos descartar en absoluto proyectos dirigidos por empresas, como Firefox u OpenOffice, pero quizá la participación allí sea muchísimo más limitada.
Es productivo para la sociedad en materia de aprender, conocer, ejercer las libertades que el software libre sólo nos brinda como posibilidades, que podemos tomar o no. Pienso que hay que ejercerlas, pienso que son todas libertades éticas, y la 4ta libertad es la más grandiosa, esa que nos permite modificar la realidad, cuestionar lo establecido y ayudar al prójimo, es la que más nos dignifica (como creadores, como afirmación de la personalidad) y nos hermana.
El software libre revela así su faceta más social y humana, su parte más altruista y revolucionaria: un cambio de sistema de valores sociales, más que un cambio de sistema operativo en una sistema informático.
Pensar que se puede modificar el software es también pensar que se puede modificar el mundo, pensar que se puede modificar un sistema es pensar también que se pueden modificar otros sistemas. Una cosa puede llevarnos a la otra.
La informática en sí es una forma de articular nuestros lenguajes, y por lo tanto de ver la realidad, de interactuar con la misma, es un mediador, y puede ser considerada como portadora de "varias formas de lenguaje" en sí misma, es una forma de reconstruir e imaginar la realidad, de ejercer derechos; por eso y por muchas otras cuestiones, apropiarnos de tal disciplina, de tales lenguajes, todos los que podamos hacerlo, todos los que queramos hacerlo, es una cuestión básica para la "sanidad", o nivel de libertad y de bienestar de una sociedad informatizada.
Es como alfabetizar desde las escuelas: algo básico.
En esta era, aprender la informática en todas sus facetas es básico.
En las escuelas argentinas hoy en día el nivel es tan miserable, que se enseña el menú de inicio de Windows, algo de Office privativo de Microsoft, y nada más: no queremos ese tipo de ideas, pero dentro del Software Libre las terminamos replicando si no hacemos uso de todas las libertades.
(Este informe fue publicado bajo la licencia GNU FDL, sin secciones invariantes: todo el mundo puede copiarlo y redistribuirlo, con o sin modificaciones)
Por Marcos Guglielmetti, el 17/07/2008.
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