¿Se avecina el fin de las tarifas planas?
Por lo menos eso es lo que se huele en España, y más en el segmento de los smartphones, a tenor de las declaraciones de responsables de las principales operadoras.
No es una discusión nueva; ya en el Mobile World Congress de este año celebrado en Barcelona, varias de las principales operadoras se quejaron del uso abusivo que, según ellas, algunos usuarios hacen del ancho de banda, y de que prestadores de servicio (con clara referencia a Google) se beneficien de la conexión móvil sin pagar nada.
Últimamente, Telefónica (la principal operadora del país hispano tanto en redes fijas como móviles) está hablando mucho de reconsiderar qué son y como se facturan las tarifas planas. Mientras que algunos medios han titulado un apocalíptico fin de las tarifas planas, parece que lo que quiere decir en realidad la operadora es segmentar y poner cotas a estas para poder ofrecer un servicio más ajustado para cada perfil de usuario, lo que no está exento de un cierto tufo a oportunismo.
Porque, tal y como está ahora el mercado en España, tal vez un internauta que se conforma con consultar el correo electrónico paga en exceso por lo que consume, pero si algún día tiene que descargar un contenido que ocupa bastante espacio (pongamos una distribución GNU/Linux en formato imagen ISO de DVD) o utilizar un servicio en streaming de los que consumen bastante ancho de banda (por ejemplo Spotify), no tiene ningún miedo ni reparo en hacerlo.
Con modalidades de tarifas semi-planas y segmentadas, las operadoras infundirían ese miedo en el usuario y cortarían las alas a un cambio de conducta internauta en sus clientes. Si una persona descubre nuevos servicios online, antes puede ser reacia a utilizarlos que pagar más por una tarifa que sí se lo permita.
Previsiblemente, las nuevas tarifas semi-planas o limitadas, serán introducidas en el mercado como una ventaja para aquellos que consumen menos.
Por Guillem Alsina, el 01/09/2010.
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