Instalar drivers propietarios en Ubuntu
Una de las características de la distribución GNU/Linux Ubuntu es tomar una base libre como es Debian y añadirle una serie de software, entre los que se encuentran controladores o drivers propietarios para determinado hardware, como las tarjetas gráficas NVIDIA.
Precisamente, este artículo viene a raíz de una experiencia personal con una tarjeta gráfica de esta marca en una computadora portátil que estaba actualizando de Ubuntu 13.10 a la última versión 14.04.
Una vez finalizado el proceso de actualización, me encontré con que los gráficos no daban todo lo que podían de sí, algo que sí hacían en la instalación antes de actualizarla.
Obviamente, repasé la configuración de pantalla para ver si tenía la maxima resolución activada y, entonces, me di cuenta que “me faltaban” modos de vídeo.
Inmediatamente empecé a buscar información en Internet, y acabé concluyendo que podía ser cosa de los drivers; efectivamente, al ir a comprobarlo, vi que tenía activados los drivers genéricos, mientras que disponía de la opción de utilizar drivers específicos para el modelo de tarjeta que montaba aquella computadora.
Dicho y hecho, activé los drivers específicos (y propietarios) y… ¡voilá! los gráficos empezaron a funcionar a su máximo potencial.
Para comprobar si estamos utilizando nuestra tarjeta gráfica al máximo rendimiento con los drivers adecuados, o si existe algún controlador propietario para alguno de nuestros elementos de hardware que tenemos en nuestra computadora, deberemos abrir el panel de control del sistema, un icono que encontramos en el launcher lateral:
Una vez tengamos la correspondiente ventana abierta, deberemos buscar el icono ‘Programas y actualizaciones’ que encontramos en la sección ‘Sistema’, en la parte inferior de la ventana:
En este momento se abrirá una nueva ventana correspondiente a la aplicación de actualizaciones y aplicaciones, que contiene diversas pestañas. La que deberemos seleccionar aquí es ‘Controladores adicionales’, en la cual se nos enseñará una lista de los drivers que podemos instalar en nuestro sistema, incluyendo el que estemos utilizando actualmente.
El contenido de esta ventana variará con cada máquina, naturalmente, pero en general siempre veremos un driver genérico y otros drivers propietarios, algunos testeados, y otros no, con su correspondiente número de versión.
Particularmente, siempre opto por el driver testeado con número de versión más alto para ganar en estabilidad y, en caso de existir un driver no testeado aunque sea con un número de versión mayor, lo descarto.
En el caso antes explicado y en algunos más, he ganado en fluidez de rendimiento y nitidez de los gráficos, por lo tanto recomiendo encarecidamente la realización de este ejercicio.
Por Guillem Alsina, el 29/05/2014.