Sony sorprende con una netbook de gama alta
La compañía japonesa Sony era la única que quedaba por entrar en el segmento de las netbooks y lo ha hecho como le es habitual, con una máquina que rompe moldes y que deja muy alto el listón de la calidad con respecto a sus más directos competidores.
Vale decir que cuando he leído las especificaciones del Vaio serie P y he visto las primeras imágenes, ha sido un amor a primera vista. Ya sabía que la calidad en el diseño era un sello que se notaba en el resto de máquinas Vaio, tanto portátiles como sobremesas, pero es que con el Vaio P, Sony ha llegado a alcanzar la perfección.
Empezamos a repasar esta máquina de fuera para dentro: para empezar, es una de las más pequeñas -si no la más pequeña- del mercado. Las dimensiones aproximadas (para las que me he visto obligado a hacer una conversión de pulgadas a centímetros) son de 24,4 cm. de longitud, 4,7 de anchura y 2 cm de altura. Las fotos muestran como se puede tomar con una mano perfectamente.
Estas reducidas dimensiones con un teclado bastante grande es debido a que prescinde del tradicional touchpad (la superficie que funciona como ratón en los portátiles), pasando a emplear un trackpad, un botó insertado en medio del teclado y que desempeña las funciones de ratón.
Las teclas disponen de un espacio alrededor de cada una de ellas o, dicho de otra forma, son independientes. El resto de máquinas Vaio han empezado a incluir este tipo de teclados desde hace algún tiempo, al igual que lo ha hecho Apple en sus MacBooks.
La pantalla es de ocho pulgadas, y teniendo en cuenta la calidad que Sony ofrece en su línea de televisores Bravia, sus monitores e incluso las pequeñas pantallas de los teléfonos móviles fabricados conjuntamente con Ericsson, es más que probable que el monitor del Vaio P sea de una factura impecable.
El nuevo ultraportátil se presenta con tapas de cuatro colores: blanco, negro, rojo y verde oscuro. Todos son bonitos, pero si tuviera que quedarme con uno, probablemente seria el roja, y eso que no soy muy dado a salir de los colores clásicos de las computadoras (blanco, gris, negro y marrón) ni a fijarme en el diseño externo de la máquina, pero como les he dicho este Vaio en concreto (a pesar de que como con toda la gama de portátiles de Sony en general) tiene una factura impecable.
Pasando al interior de la máquina, esta monta un procesador Intel a 1,33 GHz., del que no se ha especificado el modelo pero que es seguro que es un Atom (la plataforma para este tipo de máquinas). Con 2 GB. de RAM y 60 de disco duro (con la opción de montar una unidad SSD de 128), dos puertos USB (uno a cada lado), ranuras de lectura de tarjetas SD y Memory Stick Duo (esta última, formato desarrollado por la misma Sony), tarjeta de red inalámbrica WiFi 802.11 b/g/n, Bluetooth y un puerto propietario para conectar un monitor externo o una tarjeta de red externa (y del que no dispongo de más información), el Vaio P tiene lo habitual en esta clase de máquinas.
El sistema operativo elegido para utilizarlo es tal vez el único punto negativo que le veo: Windows Vista Home Premium. Es sobradamente conocido que en máquinas con un hardware de potencia escasa (como lo son los netbooks), Vista funciona muy tosca y lentamente. Particularmente, lo he probado en un HP Mini-Note 2133 (claro que esta máquina monta un procesador Vía, inferior en rendimiento al Intel Atom) y era exasperante…
Pese a la configuración de esta máquina, Sony ha evitado la denominación netbook, refiriéndose a ella como un notebook (fíjense en la diferencia en el uso de las vocales que llevan a un título para esta máquina que no se ajusta a los estándares empleados), seguramente para diferenciarla de la competencia basándose en el diseño y potencia que presenta.
El precio también es lo que se podía esperar: a partir de 899 dólares siempre dependiendo de la configuración. Pero a buen seguro que vale hasta el último centavo.
Por Guillem Alsina, el 11/01/2009.