¿Estamos en alguno de estos grupos de Facebook?
En estos días, acaban de sacar en el sitio CNN un listado bastante interesante acerca de los tipos de usuarios más molestos que hay en Facebook. Porque, como todos sabemos, si bien el portal puede ser en más de una oportunidad muy útil y entretenido, no se puede negar que muchos de nuestros “amigos” a veces pueden ser bastante molestos.
Y por más que muchos de nosotros no seamos muy seguidores de esta red social, de vez en cuando nos damos una vuelta por ahí y es verdad que uno se encuentra con tantos mensajes que no se entiende cómo se puede perder el tiempo así. Pero bueno… gustos son gustos, lástima que los que recibimos esos mensajes somos nosotros.
En fin… en cuanto al listado, acá vamos con los distintos tipos de “usuarios molestos”. Por un lado, los que te cuentan cada detalle de su vida, desde que se levantan hasta que se acuestan a la noche: “Me acabo de levantar”, “Desayuné unas tostadas”, “Llegué a la oficina temprano”, etc., etc.; de esta manera, cada movimiento que hace queda plasmado en Facebook, para nuestro pesar.
También están los “automarketing”, esos que publican todos sus logros, como por ejemplo los links a sus blogs, sus poemas, los artículos que escribió; sea cual fuere el tema, eso no importa, lo que importa es subir todo a Facebook. Otro grupo es el de los que escriben mal o en forma críptica. Frases como “Toy trizt xq murio maikel, pro nomporta pq s vierns” (quizás no a ese extremo) suelen ser comunes en Facebook, y si bien en el mundo digital se dan ciertos permisos con respecto a la redacción (algo con lo que no estoy para nada de acuerdo), esto ya es el colmo.
En otro rincón están los invitadores… esos que se suman a todas las causas y a todos los juegos y a todos los tests… y a todo lo que se te ocurra. Y no solamente vamos a tener que ver que se sumó a esa causa, que jugó a ese juego o que hizo ese test, el tema es que también te invitan a participar de todo. Sin palabras.
Y ni que hablar de los que se la dan de grandes “paparazzi”. Esos que suben una foto tuya de alguna fiesta sin decirte nada y encima, le ponen el nombre para que le aparezca a todos tus contactos.
Hablando de los paparazzi, también hablemos de los periodistas. Bueno, no de los periodistas en sí, sino de los que se creen periodistas y quieren dar la primicia de todo lo que sucede. La cuestión es que esa primicia la dan en el mismo momento en que la están dando otras miles de personas, no sólo a través de la red, sino por todos los medios.
Otro grupo está compuesto por los que son muy amplios de mente. Son tan amplios que no les importa poner las cuestiones más íntimas, como “¿Qué puedo comprar para estas molestas hemorroides?”. Está bien compartir, pero ¿será para tanto?
Por supuesto, no pueden faltar los negativos, esos que todo lo ven con un signo menos adelante (“Siempre estás rodeado de ineficientes”, “Esa actitud es de inmaduro”, “A Juan nunca le va a salir nada bien”, bla, bla, bla; o los melancólicos que buscan una respuesta o algún comentario a lo que ellos postean, como “Menos mal que todo terminó”. ¿Habrá alguien que le pregunte qué pasó realmente?
La realidad nos muestra que muchos de estos usuarios están en nuestro grupo de amigos. Está bien… la mayoría de nosotros en algún momento se puede haber sentido tentado de hacer un test, o agruparse a alguna causa, o mandar algún link con alguna nota… pero bueno, nadie es perfecto.
En definitiva, no se trata de hacer algo de esto alguna vez para divertirse un rato, sino que el problema es cuando se vive haciendo estas cosas a punto de molestar todo el tiempo a nuestros contactos. Sería mejor pensar un poco en los demás y en que formar parte de una red social como Facebook o la que fuere, no significa que tengamos que exponernos sin tener un límite, sino que hay que mantener cierta intimidad.
Por Analía Lanzillotta, el 25/08/2009.