La cultura de la humanidad entre la cárcel y la libertad
La cultura de la humanidad entre la cárcel y la libertad: preso por
Autor: Marcos Guglielmetti
Preso por administrar un sitio de intercambio de archivos. Actualmente la cultura de la humanidad oscila en una lucha entre la cárcel y la libertad, entre la destrucción de CD´s y DVD´s ‘piratas’ y el intercambio mediante Internet, entre las fotocopias y los libros, entre el software privativo y el software libre, entre los editores y los usuarios, entre la
privacidad y el espionaje, entre los derechos individuales y las ‘necesidades’ industriales, entre los DRM y quienes se oponen a ellos, en fin, una especie de guerra cultural que día tras día tiene sus altas y sus bajas.
Los programas P2P ((peer to peer), que significa algo así como ‘par a par’ o, ‘de persona a persona’), sirven para compartir archivos mediante redes de colaboración que utilizan recursos de cada PC conectada a la red de intercambio.
Existen varios protocolos y programas de este estilo, los más conocidos son eMule y BitTorrent.
BitTorrent nació con el objetivo de poder aprovechar recursos al descargar CD´s enteros de versiones del sistema operativo libre GNU/Linux, y es muy utilizado en la actualidad con tal fin, más ahora que existen los DVDs. Eso es completamente legal.
Pero también puede utilizarse para compartir cualquier tipo de archivo, sea música, videos, textos, fotos, etc. Eso sería legal, si estos materiales estuvieran todos licenciados con licencias libres, como la GPL, FDL y algunas licencias CreativeCommons.
Compartir no está mal, lo que siempre estará mal es violar la ley… pero resulta un poco sorprendente que un administrador de un sitio vinculado al intercambio mediante la red Torrent haya sido encarcelado. Al fin y al cabo, este chico de 23 años de edad estaba administrando el hecho de compartir la cultura de la humanidad, y en otras épocas este tipo de labor cultural hubiera sido condecorada o al menos valorada positivamente. En la antigüedad de la mayoría de las civilizaciones se tenía bien visto a quien ayudaba a transmitir los legados culturales.
Hoy en día esto se ve como un crimen muy severo si se violan las leyes de derechos de autor, o copyrights, y se trata del primer caso de prisión por realizar una tarea de administración de un sitio web que posibilita el intercambio de archivos que transgreden los copyrigths.
Grant Stanley pasará medio año en prisión y otros seis meses de reclusión domiciliaria, y deberá pagar u$s 1000.
Sucede que el sitio que administraba, Elitetorrents.org, ponía a disposición de la gente películas con copyright restrictivo incluso antes de que fueran estrenadas.
Hay básicamente 2 posibles soluciones para el problema de la cultura y su libre circulación: o la cultura se hace libre y legal, o se encarcela a todos quienes comparten los bienes culturales, que de hecho son millones de personas.
Actualmente hay movimientos en favor de la liberación de los bienes culturales, como por ejemplo CreativeCommons, que impulsa el licenciamiento libre de obras artísticas, o Free Software Fundation, que hace lo mismo pero con más historia y éxito en materia de software (GNU/Linux, Firefox, etc.), o Wikipedia, que es una enciclopedia escrita colaborativamente por millones de usuarios alrededor del mundo, y es liberada bajo licencias de copyrights no tan restrictivos (también llamados copyleft).
Seguramente se me tildará de falaz, por la siguiente comparación, pero no creo que sea tan disparatada: los Nazis quemaban miles de libros (quemaban cultura) porque decían que poseían “contenidos antialemanes”; en la actualidad se destruyen obras culturales por no cumplir con requerimientos legales. Pero ¡son obras culturales! Se está destruyendo cultura en sí misma. “La destrucción de los más de 500.000 soportes fuera de la ley consistió en el aplastamiento de la mercadería decomisada con maquinarias de uso vial, complementadas con un mecanismo de trituración mediante rodillos”, dicen las noticias. ¡Están triturando cultura!
Es por este tipo de cosas, que se hace necesario legalizar las obras culturales de algún modo, y para eso es necesario un cambio de mentalidad en la industria y en los consumidores, para que la cultura, en lugar de destruirse, crezca, se desarrolle y se libere, liberándonos de la ignorancia.
Más información:
http://www.bienescomunes.org/
http://es.wikipedia.org
http://www.fsf.org
http://es.creativecommons.org
http://www.portalplanetasedna.com.ar/quema_libros.htm
http://defectivebydesign.org/es/faq
sociedadenred.com.ar/2006/10/06/la-aduana-argentina-destruye
-medio-millon-de-discos-piratas/
Por Sistemas, el 02/11/2006.