Sistemas

Ubuntu seduce a la gran prensa


Tal como veníamos anticipando en el artículo anterior, Ariel Torres de La Nación tituló: "Ubuntu, ese Linux que enamoró al público" [1], y se preguntó algo así ¿por cuánto tiempo el software privativo vendido en cajas seguirá siendo sustentable? Es que realmente se trata de uno de los interrogantes del momento, no sólo debido al software libre, sino también por la masividad de la banda ancha y el cloud computing (software alojado en servidores), tal como bien señala el periodista, quien también remarca el fracaso de Windows Vista (sistema privativo largamente esperado que un tiempo antes de aparecer se suponía otra gran victoria de Microsoft).

Algo en lo cual desacuerdo completamente con el periodista es el punto en el que dice que Ubuntu conquistó la cuarta parte de las computadoras GNU/Linux con un mensaje "humanista"… si se refiere a la frase "Linux para seres humanos", es muy engañosa: deviene de la idea de que los otros GNU/Linux son poco manejables por seres humanos (es una ironía, intenta decir que deberíamos ser super-humanos para poder usarlos), lo cual es falso, el mismo Torres dice en su nota que Mandriva u OpenSuse son tan sencillas como Ubuntu, y que hay tantas otras distribuciones fáciles de usar.

Si no hubiera sido Ubuntu la "exitosa y popular", hubiera sido cualquier otra distribución GNU/Linux, el avance del software libre se debe a su desarrollo global, no a una distribuición en particular.

Pero hay algo más grave y criticable aún en la frase "Linux para seres humanos": es una frase competitiva (y nada amistosa) contra el resto de las versiones GNU/Linux, tal cuestión no parece "un mensaje humanista".

Por esto y por otros motivos, insisto con la idea que da inicio a estos artículos: cuando los grandes monopolios de la información y la comunicación (La Nación no es diferente a Microsoft en esto) "sacan" del underground a un movimiento "revolucionario", los integrantes deberían preguntarse -al menos- si están en el camino correcto, si su mensaje ha sido oficializado, fagocitado, si es funcional a la opresión o no.

[1]

Con respecto a la frase "Ubuntu, ese Linux que enamoró al público", no quería dejar pasar la unidireccionalidad implícita en ella. Desde la comunidad del software libre jamás se habla de "público", se considera a los usuarios como pro-usuarios, o a los consumidores como pro-sumidores, es decir, personas que pueden no sólo usar y consumir (ser "público" inerte), sino también participar, producir, modificar la realidad, que es el llamado básico del software libre. Un usuario "común" por el sólo hecho de usar software libre puede sugerir a los desarrolladores mejoras, reportar errores, escribir documentación, traducir textos, diseñar imágenes, etc., etc., etc.

La visión de "público" es lógica viniendo de un periodista de un medio gráfico unidireccional que no vaciló en atacar a la "comuidad Linux" en su artículo.



Por Marcos Guglielmetti, el 11/12/2008.

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